Crece el control sanitario en Melilla ante la llegada masiva de subsaharianos

El presidente del Gobierno ha defendido un pacto de estado en materia de inmigración.

Fernández Díaz en Melilla
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AGENCIAS

La llegada masiva de inmigrantes subsaharianos a Melilla en las últimas fechas ha llevado a las autoridades de la ciudad a tratar de aliviar la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y a intensificar el control sanitario para evitar el contagio de enfermedades.


La situación del CETI, donde hace unos días se detectó un caso de meningitis, sigue siendo una de las prioridades y se trabaja para impedir el hacinamiento, con traslados como el de un grupo de sirios y subsaharianos anoche.

Rajoy defiende un pacto sobre inmigración

Ante los recientes sucesos en las fronteras de Ceuta y Melilla, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido desde Bruselas un pacto con el PSOE y con otras fuerzas políticas en materia de inmigración ilegal, un asunto ante el que ha exigido a la UE una mayor colaboración con los países que, como España, son frontera exterior de la Europa comunitaria.


Rajoy se ha referido al incremento de la presión migratoria que está sufriendo España en ciudades como Ceuta y Melilla en la conferencia de prensa con la que ha cerrado su participación en el Consejo Europeo.

Meningitis

En Melilla se ve la saturación del CETI con preocupación, especialmente tras la detección del caso de meningitis en un joven de 19 años natural de Gabón, que se encuentra en estado muy grave, ingresado en la UCI del único hospital de Melilla.


El serogrupo que padece, el 'W', es poco frecuente en España, siendo más común en el cinturón del Sahel africano.


Según las autoridades, la situación está controlada y no se han detectado nuevos casos conocidos, gracias a la puesta en marcha de protocolos, que han implicado la medicación de 226 personas, los contactos más cercanos con el enfermo.


Aunque no cabe motivo de alarma, sí hay alerta ante la llegada masiva de inmigrantes que pueden ser potenciales portadores de enfermedades de nula o escasa manifestación en España y su entorno geográfico, según la Delegación del Gobierno.

Reclaman un pacto de estado

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reclamado un pacto de Estado en materia de inmigración con la oposición, aunque ha rechazado una de las exigencias que plantea el PSOE y la Izquierda Plural para alcanzarlo, el cese del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, tras la tragedia en la frontera de Ceuta del pasado 6 de febrero.


Mientras llega o no ese pacto de Estado, se sigue trabajando a marchas forzadas para proceder a los traslados desde Melilla a la península, que requieren de un procedimiento administrativo complejo, que incluye pruebas médicas y la identificación plena de las personas que van a viajar, según explican fuentes policiales.


También estos traslados dependen de que existan plazas en los centros de acogida y en los CIE, los dos destinos a los que irán los inmigrantes una vez cruzan el Estrecho.


Aunque hay cierto mutismo a la hora de desvelar cuándo habrá salidas y de cuántas personas se trata, a priori, no está previsto que este fin de semana se produzcan nuevas remisiones a la península, al margen del grupo que partió anoche vía marítima hacia Málaga.


No obstante, no debe haber mucha demora, ya que la situación en el CETI es límite, con colas a la hora de distribuir las comidas y en los aseos, lo que ha llevado a que algunos inmigrantes hayan decidido hacer vida en las inmediaciones, en el cauce de un río colindante.


Ahí algunos preparan su propia comida y pasan el rato, incluso jugando a las cartas o pendientes de su teléfono móvil. Si el CETI es uno de los focos en Melilla, la valla tampoco puede dejar de serlo.

Sigue instalándose la malla "antitrepa"

Continúa instalándose en ella la malla "antitrepa", al tiempo que el Gobierno ya ha sacado a licitación por algo más de 221.000 euros la construcción de tres nuevas torres de vigilancia, que se situarán en la zona del puerto, en la parte de Aguadú y Rostrogordo y entre los puestos fronterizos de Beni Enzar y Barrio Chino.


La alerta en Melilla, que el pasado martes vivió la mayor avalancha de su historia, ha llevado a que, llegado el caso, la Policía Nacional pueda intervenir en el perímetro fronterizo, un lugar cuyo control corresponde habitualmente a la Guardia Civil.


Actualmente, en la ciudad hay desplegados como refuerzo tres grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y cuatro módulos de intervención rápida de los GRS de la Guardia Civil.