Juan José Cortés se enfrenta a 10 años cárcel por un delito de tentativa de homicidio

El padre de la niña Mari Luz será juzgado en relación con un tiroteo registrado en 2011.



Juan José Cortés, padre de la niña Mari Luz, se enfrenta a partir de este lunes a una petición fiscal de 10 años de cárcel por un delito de tentativa de homicidio, otro de tenencia ilícita de armas y tres más de amenazas, en relación con el tiroteo registrado en la barriada de El Torrejón en septiembre de 2011.


El juicio, han precisado fuentes judiciales, se celebrará en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva a partir de las 10.00, y a la sesión de este lunes le seguirá una segunda el próximo viernes 7.


Según se recoge en el escrito, el fiscal también solicita penas de cárcel para el padre, los dos hermanos y el cuñado de Cortés, 7 años por un delito de homicidio en grado de tentativa y 8 meses por el de tenencia ilícita de armas.


Según el Ministerio Público, los hechos se produjeron a las 2.00 del 21 de septiembre de 2011 cuando estas cinco personas, puestas de acuerdo, se aproximaron a un domicilio de la barriada de El Torrejón, en Huelva, portando escopetas de caza, pese a carecer de licencia, y Juan José Cortés, además, un bidón de combustible.


La vivienda era de A.F.J., tío de Juan José Cortés, con el que éste previamente había discutido tras proferir el primero la expresión "me cago en tus muertos".


Esto provocó que Cortés le dijera por teléfono en decenas de ocasiones: "En el momento que llegue a Huelva te quemo la casa contigo y tu familia dentro" y "voy a comprar una garrafa de gasolina y voy a prender fuego al piso contigo dentro y con tu familia, y te voy a quemar.


Los procesados, una vez ante la vivienda, comenzaron a disparar las armas con "la intención de causar la muerte a A.F.J. y con absoluto desprecio por la vida y la integridad física de las personas que estaban en el piso", provocando que varios perdigones atravesaran la persiana y uno de ellos impactara contra esta persona causándole una herida leve en la cabeza.


Las defensas de todos los acusados han solicitado la absolución de sus clientes por falta de pruebas.