El 70% de directivos de salud cree que se les elige por su afinidad política

Este es uno de los principales datos de un informe de la Sociedad Española de Directivos de la Salud.

Siete de cada diez directivos de salud, mayoritariamente pertenecientes a la sanidad pública (más de un 70% de ellos trabajan en el Sistema Nacional de Salud), creen que la elección de estos puestos responde a su afinidad política y no a su experiencia en gestión clínica ni a su currículum.


Este es uno de los principales datos de un informe de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), basado en una encuesta realizada a casi 800 profesionales y a un panel de expertos, cuyas respuestas prácticamente han sido coincidentes.


El estudio, presentado este lunes en rueda de prensa, no hace si no constatar lo que ya se sospechaba y es que "cada vez que hay un cambio político se produce un recambio masivo de directivos" sanitarios, lo que no ocurre en otros países de Europa, ha subrayado Mariano Guerrero, secretario de la Junta directiva de Sedisa y coordinador del trabajo.


Aunque la confianza es fundamental a la hora de elegir a un directivo, ha matizado que hay que distinguir entre confianza personal y profesional y ha abogado por la necesidad de buscar un punto de equilibrio entre ambas.


"El perfil de directivo debe establecerse como el de un profesional de la gestión y no como un cargo político", ha considerado Guerrero.


No obstante, Guerrero ha rechazado los puestos directivos de por vida y ha abogado por "un recambio" y por unos resultados "evaluados mediante estrictos controles".


Así, una de las propuestas de Sedisa es la creación de un organismo evaluador de carácter nacional.


"Sin evaluación no podemos saber si hay calidad", ha recalcado Guerrero, quien ha incidido en que "la eficiencia es un imperativo ético cuando se gestionan fondos públicos y, para eso, se necesita tener a los mejores clínicos y a los mejores gestores".


En este sentido, ha destacado que hay actuaciones dentro del sector sanitario que aportan mucho "valor salud" y otras escaso, como repeticiones de pruebas, ingresos innecesarios, infecciones no previstas, etcétera.


Los directivos declaran también no tener autonomía de gestión en la toma de decisiones estratégica (solo un 17% manifiesta tenerla), lo que significa que "más que gestionar, lo que hacen es administrar".


Aunque el nivel de formación básica es muy alto, llama la atención el hecho de que más de la mitad de los encuestados (53%) afirma no haber dedicado tiempo a la formación en habilidades directivas en el último año y más del 44% hace más de cinco años que no se ha formado en este área.


"Para hacer una gestión sanitaria del siglo XXI en los hospitales se necesitan profesionales con dotes de liderazgo y experiencia avalada".


El doctor Guerrero ha señalado que se trata de un puesto de responsabilidad con cierto atractivo para los profesionales, pero no existe un modelo de carrera profesional. "Existe una gran variedad de programas de formación, que no son coincidentes".


A este respecto, el informe incide en la necesidad de que las autoridades sanitarias, particularmente el Ministerio de Sanidad, se impliquen en la formación de los directivos.


La acreditación académica, el diseño de itinerarios curriculares y laborales que garanticen la profesionalización de los gestores y que la gestión sanitaria sea considerada como un Área de Capacitación Profesional son algunas de las propuestas de SEDISA para mejorar la formación.


La mayor parte de los directivos (un 70 %) proceden del ámbito de la sanidad (médicos u otro tipo de profesionales sanitarios), pero cada vez más llegan de otras áreas como ingeniería o economía.


En cuanto a la futura creación de unidades de gestión clínicas, Guerrero ha explicado que no se trata de una iniciativa nueva en el sector y ha advertido de que no "se pueden hacer a costa de quitarles competencias a los directivos". "Tenemos que estar".


El informe constata que el perfil medio del directivo en este sector es "maduro", ya que el 68% de la muestra tiene más de 10 años de experiencia y solo el 1 % tiene entre 1 y 5 años.


Existe una gran implantación de un sistema de retribución variable, ligada a la productividad y al nivel de desempeño de los profesionales.


Asimismo, hay una alta variabilidad y dispersión de los niveles retributivos: el 47% de los encuestados tiene un salario de entre 40.000 y 60.000 euros brutos anuales y el 21 % sobrepasa los 80.000.


El informe ha sido remitido al Ministerio y a las comunidades autónomas y, según Guerrero, "en líneas generales, ha gustado".