El PP busca rearmarse en Valladolid tras una semana de conmoción interna

La semana ha estado marcada por la decisión de Mayor Oreja de no acudir a las europeas y la ausencia de Aznar del cónclave.

La vicepresidenta en un foro en el País Vasco
La vicepresidenta en un foro en el País Vasco

El Partido Popular celebra en Valladolid desde este viernes hasta el domingo su convención nacional, una cita en la que buscará rearmarse tras una semana de conmoción interna marcada por la decisión de Jaime Mayor Oreja de no concurrir a las europeas y la ausencia del expresidente José María Aznar en este cónclave.


Los populares quieren que esta convención sea el pistoletazo de salida hacia las elecciones al Parlamento Europeo, con un mensaje centrado en el inicio de la recuperación económica, la puesta en valor de las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy y una defensa de la unidad de España frente al desafío soberanista catalán.

Semana complicada

La que se preveía una semana tranquila de preparación del cónclave tornó ya desde el lunes en una sucesión de noticias que afectaban directamente al partido, empezando con el anuncio del vicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, que abandona el PP para incorporarse a Vox.


Ese mismo día, el partido anunciaba que Mayor Oreja, cabeza de lista en las europeas en las dos anteriores convocatorias (2004 y 2009) renunciaba a repetir, una decisión que en todo momento el PP ha tratado de desvincular de las diferencias que el exministro del Interior pueda tener con el Ejecutivo en materia de política antiterrorista.

Duras relaciones con grupos como VOX

La marcha de Mayor Oreja, que tampoco acudirá a la convención, se produce en un momento de frías relaciones entre el PP y el Gobierno con algunos de los colectivos de víctimas del terrorismo, y también tras la aparición de Vox, partido fundado entre otros por el exfuncionario de prisiones José Antonio Ortega Lara que critica abiertamente la política contra ETA.


El debate sobre si se están produciendo fracturas en el partido se intensificó cuando se supo que el expresidente del Gobierno José María Aznar no estará en la convención por encontrarse fuera de España.


La secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, lleva tres días negando la "convulsión" que estos acontecimientos han podido ocasionar en las filas del PP, y rechazando que haya grietas entre la actual dirección y el ala más conservadora de la organización.

Nerviosismo y preocupación

También ha repetido Cospedal esta semana que la política antiterrorista del PP sigue siendo la misma de siempre, y este miércoles que todos los colectivos de víctimas son bienvenidos en Valladolid.


No obstante, fuentes del partido admiten que hay cierto nerviosismo y preocupación ante los abandonos y las ausencias, a cuatro meses de unas elecciones que supondrán el primer examen en las urnas al Gobierno de Rajoy.


También entienden algunos cargos consultados que el PP debería dar a conocer cuanto antes a su cabeza de lista para la cita del 25 de mayo y cerrar así este episodio y el debate interno que provoca, aunque la propia Cospedal ya ha advertido de que el nombre no va a darse a conocer en Valladolid.


En cualquier caso, el partido ha movilizado a sus principales dirigentes y a prácticamente todo el Gobierno, que durante estos tres días en la capital castellanoleonesa tratarán de centrar el mensaje político en la recuperación económica y en que España va "en la buena dirección".


Ése es el lema de esta convención a la que asistirán más de 2.000 cargos y militantes -y que cubrirán más de 300 periodistas y gráficos de setenta medios de comunicación-, en la que se debatirán los grandes ejes de la política del PP y los retos futuros, entre ellos las elecciones europeas.

Mayorías fuertes en Bruselas

Para estos comicios en los que se concurre con una única lista y para los que las encuestas auguran bajadas para PP y PSOE y subidas para formaciones como IU y UPyD, el Partido Popular tiene ya un mensaje claro para pedir el voto: el de que sólo las formaciones grandes que pueden conformar mayorías fuertes tendrán poder de decisión en Bruselas.


Así lo subrayará el manifiesto electoral que coordina Cospedal y que se presentará en el cónclave junto con otros tres textos: una resolución política, otra económica y otra social.


La defensa de la unidad de España y de los principios constitucionales centrará la resolución política, en la que el PP se reafirmará en sus principios y valores, entre ellos el de una política antiterrorista en la que no cabe la negociación con ETA y con la defensa de las víctimas como premisa.


El inicio de la recuperación y el compromiso de una reforma fiscal que aliviará las cargas tributarias de las familias en 2015 será el eje de la resolución económica, mientras que la social subrayará que los populares han logrado desde el Gobierno mantener el Estado de bienestar a pesar de que estaba a punto de "quebrar" cuando Rajoy llegó a La Moncloa.