Rajoy llega a Roma en un momento difícil para el Gobierno de coalición de Letta

El fin de semana dimitía la ministra de Agricultura, Nunzia De Girolamo, salpicada en una investigación por corrupción en su cargo anterior.

Cumbre bilateral España Italia
Cumbre bilateral España Italia

El presidente del Gobierno español llegó este lunes a Roma para asistir a la cumbre bilateral España-Italia, en un momento delicado para el Gobierno de Enrico Letta tras la dimisión el pasado domingo de la ministra de Agricultura, Nunzia De Girolamo, salpicada en una investigación por corrupción en su cargo anterior.


Letta, que se reunió con el presidente del gobierno para analizar, entre otros asuntos, los avances de sus respectivos países y de la UE para la salida de la crisis, se encuentra con un ejecutivo italiano con nuevas grietas en su Gobierno de coalición tras la dimisión de De Girolamo.


El primero que ha reconocido que la marcha de la ministra ha "debilitado" el Ejecutivo ha sido el vicepresidente del Gobierno y principal socio de Letta en la coalición gubernativa, Angelino Alfano.


"El Ejecutivo no sale reforzado de todo esto", admitió Alfano líder de la formación Nuevo Centrodestra a la que pertenece la ministra, en una entrevista que publica hoy al diario "La Rapubblica"


El presidente del Ejecutivo italiano, Enrico Letta, ha tenido que asumir hoy mismo y "ad interim" el ministerio de Políticas Agrícolas, Forestales y Alimentación.


Asimismo, Letta se reunirá la tarde del lunes, tras el bilateral con España, con los subsecretarios de Políticas Agrícolas y Forestales de Italia, Maurizio Martina e Giuseppe Castiglione.


Se añade así un nuevo problema para Letta, que también tiene que mediar cada día con Matteo Renzi, secretario general de su formación, el Partido Demócrata (PD), y la convivencia en el Ejecutivo con Alfano.


Sin contar con Letta, Renzi pactó con Berlusconi un boceto de una ley electoral, que se inspira en la vigente en España, comprende un nuevo sistema de listas cerradas, un premio para la mayoría más votada del 18 %, así como una posible segunda vuelta en el caso de que ninguna coalición electoral consiga el 35 % de los votos en la primera ronda.


Un proyecto de ley electoral que no convence a Alfano, que prefiere las listas abiertas, y que por tanto está creando malestar en el seno del Ejecutivo.


Tras dos décadas de gran enemistad expresa y para indignación de muchos compañeros e italianos, el pasado fin de semana Renzi invitó a Silvio Berlusconi por primera vez a la sede del PD en Roma y pactó con él la reforma de la ley electoral.


Dos días después, la dirección del PD aprobaba ese acuerdo sin votos en contra, aunque con la salida de la reunión y finalmente del partido de Gianni Cuperlo, que había sido el principal rival de Renzi en las primarias.


Ni siquiera la retirada de su escaño del Senado el pasado 27 de noviembre, en aplicación de la llamada "ley Severino" por su condena en firme a 4 años de prisión por fraude fiscal y su inhabilitación política han podido con él.


Tras el acuerdo con Renzi hasta sus enemigos reconocen que Berlusconi ha revalidado su condición de político incombustible.


Letta incluso dio por acabada "la era Berlusconi" en la política italiana el pasado 6 de octubre, pero lo cierto es que hoy el magnate sigue condicionando la vida pública de Italia, como líder, aunque desde fuera del Parlamento, de Forza Italia.


Y ayer Berlusconi celebró sus veinte años de carrera política con unas fotografías publicadas en el semanario británico "Sunday Times", en las que apareció sin trampa ni cartón, como un anciano de 77 años, lejos de la imagen artificial con la que se muestra habitualmente, en lo que los analistas consideran, una nueva treta del magnate.