El PSC suspende cautelarmente a los tres díscolos de su ejecutiva y del Consejo Nacional

Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura se desmarcaron de la línea oficial del partido.

La Comisión de Garantías Estatutarias del PSC ha decidido este lunes suspender cautelarmente de la comisión ejecutiva del partido y del Consell Nacional a los tres diputados díscolos que rompieron la disciplina de voto en el Parlament y que siguen negándose a renunciar a su escaño.


Consumido anoche el plazo que la dirección socialista otorgó a los parlamentarios para que entregaran sus actas voluntariamente, el PSC ha decidido llevar a los díscolos a la Comisión de Garantías, órgano que tras reunirse esta misma tarde ha decidido suspenderles cautelarmente de sus cargos orgánicos.


El pasado día 16, Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura se desmarcaron de la línea oficial del partido y votaron, junto a CiU, ERC e ICV-EUiA, a favor de solicitar al Congreso la transferencia de competencias para celebrar un referéndum soberanista, petición a la que se opusieron PSC, PPC y Ciutadans.


La dirección del PSC ha considerado esta este martes que quedó "patente" que los diputados "vulneraron el acuerdo del Consejo Nacional del partido, adoptado después de un amplio debate, en votación secreta y con el apoyo del 84 % de miembros del máximo órgano de dirección entre congresos".


Según el dictamen posterior de la Comisión, "por la gravedad de los hechos denunciados, por la significación pública de los militantes y por su condición de miembros de la Ejecutiva Nacional y del Consell Nacional, se ha acordado como medida preventiva la separación temporal y cautelar" de dichos órganos y de "todos los órganos de dirección de la organización territorial o sectorial".


Una medida "de aplicación inmediata" y que "implica el inicio de un expediente, al cual las personas afectadas podrán efectuar el descargo correspondiente y que resolverá, en su momento, la Comisión, resolución que las personas afectadas podrán apelar ante el Consejo Nacional", ha explicado el PSC en un comunicado.


La Comisión de Garantías del PSC está presidida por Joan Torres y formada por ocho vocales -Carme Cabré, Josep Ayuso, Núria Pey, Cipriano López, Belén García, Antoni Cuadras, Josep Brunet y Marina Bru-, que pertenecen a cinco federaciones del partido.


A su salida de la reunión en la sede del partido, Torres ha querido dejar claro que la decisión se ha tomado por "unanimidad" y ha recordado que es el inicio de un proceso que se puede alargar, ya que los afectados tienen derecho a alegar, además de que pueden ser citados por la comisión o ellos mismos pedir comparecer ante ella.


Una decisión en la misma línea de otro dictamen hecho público este lunes respecto a otro dirigente crítico, Fabián Mohedano, miembro de la corriente interna Avancem -a la que pertenecen también Elena y Ventura-, y que ha sido apartado de esos mismos cargos orgánicos por haber asistido el pasado 14 de diciembre a un mitin de ERC.


Paralelamente al dictamen de la Comisión, la reunión de la dirección del grupo parlamentario podría derivar este martes en la expulsión de Geli, Ventura y Elena, un supuesto que no contempla el reglamento, aunque la dirección del grupo tiene potestad para tomar cualquier decisión de carácter político, según fuentes del partido.


En el caso de que los tres diputados fueran expulsados del grupo, pasarían a se considerados no adscritos y el PSC pasaría a ser la cuarta fuerza parlamentaria de la cámara catalana con 17 diputados.


Pero los díscolos siguen rechazando la posibilidad de abandonar sus escaños y niegan que contemplen formar un partido distinto o pasar a formar parte de alguno actual.


"Mi voluntad es seguir de diputado socialista", ha dicho Joan Ignasi Elena, para quien "la expulsión sería un error" al no ser "una cuestión disciplinaria, sino una cuestión política".


Geli, por su parte, ha apuntado: "No tengo intención de dejar mi acta de diputada. La expulsión sería la expulsión de una parte del espacio socialista", ha dicho, mientras que Ventura ha recalcado que su "lugar" es el PSC y su grupo parlamentario.


Sobre esta cuestión han evitado posicionarse tanto el primer secretario, Pere Navarro, como el portavoz parlamentario, Maurici Lucena, a su llegada este lunes a la sede del partido, en medio de una gran expectación mediática por la reunión de la Comisión.


Las tensiones internas sí han impregnado en cambio el acto de inscripción de los candidatos a las primarias del PSC de Barcelona, entre los que hay varios dirigentes críticos, después de que el presidente del grupo socialista en el Ayuntamiento, Jordi Martí, haya encendido la mecha al advertir de que "si hay una sola expulsión" no se presentará a las primarias.


Una situación del partido que "preocupa" al diputado y hasta este lunes portavoz del partido, Jaume Collboni, que intentó mediar en el conflicto entre críticos y dirección, mientras que Rocío Martínez-Sampere, diputada crítica que finalmente acató la disciplina de voto, ha reclamado "no supeditar el proyecto de estas primarias de regeneración a los problemas internos del PSC".


La exdiputada Laia Bonet, quien como Martínez-Sampere decidió dimitir de la ejecutiva la semana pasada por sus discrepancias, ha asegurado que "no contempla" una expulsión de los díscolos.