El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha señalado que la banda terrorista ETA "no se ha planteado su disolución" porque su intención "es perpetuarse como un agente político más". A su juicio, la intención de la banda es participar en lo que denominan como "proceso de liberación", para que "éste se desarrolle según sus intereses", un proceso que el Gobierno "no va a permitir".

En una entrevista concedida al diario ABC, el ministro ha reafirmado su mensaje de que "ETA ha sido vencida" y que "el cese de la actividad terrorista es firme", aunque ha reconocido que "a la derrota policial le debe seguir la disolución", un aspecto en el que "el Ejecutivo está trabajando".

En cuanto a la participación del PNV en una marcha en Bilbao junto a Sortu, Fernández Díaz ha indicado que "cree" en la voluntad del partido vasco y de que éste quiere "lograr cuanto antes la disolución de ETA", pero que ambos tienen "discrepancias en cuanto al camino" para conseguirla. ""Nosotros queremos llegar hasta el final de ETA por la línea recta", ha apuntado.

Del mismo modo, el ministro advierte de que en el caso de que los presos de ETA se sometieran a la legislación y se acogieran a beneficios penitenciarios, "no supondría su libertad inmediata". En este sentido, ha destacado que "la política penitenciaria es un eje fundamental de la política antiterrorista" y ha asegurado que "no habrá ningún caso de excarcelaciones masivas".

Respecto a la filtración a la prensa de la operación contra los abogados de la banda antes de tiempo, ha insistido en que fue un "error humano" que ha desembocado en la dimisión del responsable de comunicación en lo que ha definido como "un gesto de responsabilidad e integridad" y ha defendido que "la profesionalidad de la Guardia Civil ha hecho que se detuviera a todos los investigados y que se recuperara documentación".

Por otra parte, preguntado por los disturbios en el barrio burgalés de Gamonal, el ministro señala que la Policía "cumplió adecuadamente su cometido", opina que no hay nada que pueda reprocharse a su actuación y añade que los ciudadanos "no tienen que pagar la factura de la violencia".