Zapatero y Garzón discrepan sobre la necesidad de abrir una Comisión de la Verdad

El expresidente defiende que en su Gobierno se llegó "al mayor nivel de inversión en educación", ante el reproche de algunos estudiantes.

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el magistrado Baltasar Garzón han expresado este lunes, en el marco de la inauguración del seminario internacional 'Transiciones democráticas y calidad de la democracia: perspectivas comparadas Brasil-España' que se celebra en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, sus discrepancias sobre la necesidad de abrir una Comisión de la Verdad para esclarecer los crímenes del franquismo. Mientras que el primero cree que "no" hay espacio en estos momentos en España para la creación de esta comisión, el segundo se muestra "partidario" de la misma.


Así, durante este encuentro, que se enmarca en el Máster Universitario en Derechos Humanos, Interculturalidad y Desarrollo de la UPO-UNIA, Zapatero, que ha pronunciado la conferencia inaugural, ha señalado que "eso quedó firmado en la Transición de una manera muy solemne de voluntad política" y que "el paso del tiempo no va a hacer cambiar esa decisión", que, además, "es una decisión acertada". Por su parte, Garzón considera como "necesidad y terapia democrática" la creación de esta comisión en este país, en el que "en la Transición no se trataron los crímenes franquistas, se olvidaron y no se ha dado ningún otro debate".


"Puedo estar de acuerdo con el análisis histórico en ese momento, pero no puedo estar de acuerdo con el silencio oficial y permanente que todos los gobiernos en este país han mantenido hasta el momento", afirma el magistrado, toda vez que apunta que la Comisión de la Verdad "es lo mínimo que las víctimas se merecen" y que "en su discurso --el de Zapatero-- ha faltado el elemento de la justicia", porque "verdad no ha habido" y en los archivos, "si la contienen, se nos ofrece oculta".


"El esfuerzo de tu Gobierno también hay que dejarlo anotado, pero no ha habido verdad, y esta verdad es necesaria ", porque, aludiendo a palabras de Mandela, "un pueblo que no es capaz de reconocer lo que ha sufrido está condenado a repetir los mismo hechos". Sin embargo, en España "basta con tocar el tema para que salten ampollas", así que "dónde está la reconciliación", se pregunta. "Hablamos de reconciliación y cuando en esta ciudad los ayuntamientos anteriores habían cambiado nombres de calle por nombres democráticos, ahora se están cambiando por santos y cofradías".


En este sentido, Garzón se muestra "más cerca de los esfuerzos que se están haciendo en Brasil, Argentina, Colombia o Uruguay", y dice "estar soñando y deseando que llegue el día en que la Justicia pida perdón a las víctimas de la dictadura". "Ese día seré yo el que diga contigo --en alusión al expresidente-- que firmo la reconciliación", pero hasta entonces defiende la "necesidad" de esa Comisión de la Verdad". "Tenemos que hacer una reflexión al igual que está haciendo el Partido Socialista, que ha presentado una Proposición no de Ley de la Comisión de la Verdad en el Parlamento".


Así las cosas, el magistrado "ve necesario" que desde la izquierda y "sin cuestionar para nada la Transición, que tuvo su papel, podamos encontrar un punto de acuerdo para que antes que desaparezca toda la generación de nuestros progenitores estos puedan tener la posibilidad de contar su historia, que no sea ante un periodista, en un documental o incluso en el juicio contra mí, donde ocho víctimas tuvieron la oportunidad de decirle al Tribunal "ustedes no hicieron nada por nosotros".


Zapatero, por su parte, ha asegurado que la recuperación de la verdad "forma parte del núcleo esencial del trípode democracia, consenso, reconciliación", éste "es el gran acuerdo social". Además, y sobre la necesidad "verdad, justicia y reparación" que esgrime Garzón, el expresidente se ha referido a la Ley de Memoria Histórica, que supone "una declaración de ilegitimidad de todas las decisiones y las leyes del franquismo". Además, a su juicio, la Ley de Amnistía "abrió la puerta a la Transición democrática" y la reconciliación "se expresa fundamentalmente" en esta Ley.


"La Transición Española ha sido considerada modélica" 


Al hilo de lo anterior, el expresidente socialista también ha manifestado que "no debe extrañar que el debate de la Transición y la Memoria Histórica se prolongue", al tiempo que destaca la "singularidad" de la Transición española, que subraya que "ha sido considerada modélica". Al respecto, afirma que "hasta hace diez o doce años era una afirmación incuestionable en el pensamiento político y jurídico en Europa, Latinoamérica y en la inmensa mayoría de la sociedad española".


Zapatero ha reiterado la idea de que "democracia, consenso y reconciliación son tres palabras inseparables en el proceso de cambio en España". "Tanto es así estas tres palabras que --continúa-- la Ley de Amnistía fue aprobada por el 90 % del Parlamento, liderada en gran medida por la izquierda". Pero, agrega, "no mirar hacia el pasado es distinto de no exigir responsabilidades por el pasado", porque "la democracia tiene una memoria de la memoria".


A respecto, recuerda que "ha habido un ingente trabajo desde el punto de vista de rehabilitación económica de las víctimas" y que "en torno a 500.000 personas han recibido todo tipo de prestaciones". "Desde la Ley de Amnistía hasta el año 2000 en cada legislatura hay un hecho de contenido económico, pero a partir de aquí cambia el sentido del debate, y se amplia el abanico y el reconocimiento moral y político del bando republicano se intensifica con el tema de las fosas comunes, los juicios sumarios del franquismo, los símbolos franquistas, el Valle de los Caídos, etcétera". "Se empieza a plantear si quedaron tareas por hacer para de verdad convertir esa Transición en modélica y ejemplar tal y como se la ha considerado todo este tiempo".


Así las cosas, Zapatero afirma que la reapertura de este debate llevó a su Gobierno "a hacer un informe general para el estudio de las víctimas, la Guerra Civil y el franquismo", y en 2006 "se habla de la Ley de Memoria Histórica, "una ley de derechos en favor de quienes padecieron violencia en la guerra y la dictadura", que, además, "parte del éxito del compromiso de lealtad con la Transición". "Precisamente porque hicimos una gran Transición nos debemos de sentir una gran democracia, y una gran democracia es aquella que no deja a ningún ciudadano desamparado de ningún derecho, tampoco del derecho a la memoria familiar y personal".


"El tema de las fosas comunes es fundamental para cerrar las heridas" 


Por último, el expresidente del Gobierno reconoce que de aquello de lo que se siente "más orgulloso" es de la nacionalidad para hijos y nietos de exiliado que recoge la Ley de Memoria Histórica, por la que "300.000 ciudadanos han conseguido la nacionalidad española". Asimismo, considera que el tema de las fosas comunes "le parece fundamental para que se puedan ir cerrando heridas".


Por otra parte, y en el turno de preguntas, algunos estudiantes le han reprochado la aprobación durante su Gobierno del Plan de Bolonia y la mercantilización de la universidad pública, ante lo que Zapatero ha recordado que el Gobierno que él presidió "es el que llegó con diferencia al mayor nivel de inversión y gasto en la educación pública, llegando a un 5 % del PIB de inversión". "Se duplicó la inversión y el gasto en becas pasando a 1.700.000 becarios en España y duplicamos el gasto en investigación", resalta, entre otros logros, Zapatero, quien recuerda que el Plan Bolonia "se sometió a un intensísimo debate", y apuesta "por dejar un tiempo para ver sus efectos".