Rajoy comparte con las víctimas de ETA el "dolor" por el final de la "útil" doctrina Parot

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha compartido el "dolor" de las víctimas del terrorismo por el fin de la doctrina Parot, que fue "útil" contra el terrorismo, en una jornada en la que la Audiencia Nacional ha recibido las primeras 36 peticiones de excarcelación de etarras.

Dos días después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) tumbara la doctrina Parot, el jefe del Ejecutivo ha querido tener un gesto de apoyo a las víctimas y las ha citado en el Palacio de La Moncloa para manifestarles que "comparte y comprende" su dolor y recordarles la "extraordinaria utilidad" que ha tenido esa doctrina en la lucha contra ETA.

Prueba de ello, según han señalado fuentes del Ejecutivo, es que el Gobierno ha agotado todos los recursos ante el TEDH, cuya sentencia acata.

La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), Mari Mar Blanco, y de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, se han reunido con Rajoy por separado, pero la primera no ha querido hacer declaraciones.

Pedraza sí las ha hecho y ha asegurado que el jefe del Ejecutivo le ha comentado que el Gobierno ha hecho "todo lo que ha podido" para impedir la derogación de la doctrina y que trabajará "para evitar que los etarras salgan todos en bloque".

Y mientras buscan consuelo, las víctimas recaban apoyos para la concentración que la AVT ha convocado el domingo en Madrid en rechazo del fallo de la Corte Europea.

Una convocatoria a la que ya han confirmado su presencia la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre; el jefe del ejecutivo autonómico de esta comunidad, Ignacio González, y la alcaldesa de la capital, Ana Botella; y dirigentes de UPyD, entre otros.

Como desde el primer día, el Gobierno ha vuelto a recordar que tiene las manos atadas, que "no tiene ningún margen de maniobra" y que no puede hacer nada, a la vez que ha reconocido, en boca del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que cuesta asimilar la sentencia.

Ha querido el ministro hacer suyo el "dolor y el sentimiento" de las víctimas y de una gran parte de la sociedad, y ha insistido en que gracias a la reforma del Código Penal de 1995 y las modificaciones en marcha, no volverán a repetirse situaciones esta.

Fernández Díaz también ha lamentado que el trabajo que costó detener el pasado año en el Reino Unido al etarra Antonio Troitiño, condenado por el atentado que en 1986 costó la vida a doce guardias civiles en la plaza de la República Dominicana de Madrid, "se ha venido abajo en unas horas" al haberle concedido la libertad condicional en aplicación del fallo del TEDH.

Troitiño e Inés del Río, la etarra a la que el tribunal de Estrasburgo dio la razón y ordenó fuera excarcelada y que ya ha pasado su primera noche en libertad, en Pamplona, son los dos primeros beneficiarios de la sentencia.

Pero a ellos se sumarán más y, así, la Audiencia Nacional ha recibido ya 36 peticiones de presos etarras reclamando su libertad, cuya tramitación -todavía no la excarcelación- estudiará el próximo viernes el pleno de la Sala de lo Penal del tribunal.

Los 17 magistrados que componen el pleno -que preside Fernando Grande-Marlaska- sí decidirán el viernes si revisan los años de condena de la etarra Josefa Mercedes Ernaga, una de las responsables de atentado de Hipercor en 1987 en Barcelona que suma más de 900 años de condena, y si excarcela a Manuel Piriz López, condenado por asesinato y por disparar a dos policías en 1984.

De las víctimas se ha acordado también Sortu, cuyo presidente, Hasier Arraiz, ha asegurado que la izquierda abertzale pretende actuar "con responsabilidad política" porque no desea "herir" a las víctimas.

Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido a la izquierda abertzale que tenga "altura de miras" y evite actos de exaltación a los etarras ante las excarcelaciones que puedan sucederse.

Interior ya avisó que estará especialmente vigilante ante esos posibles actos. Este miércoles, fuentes de este departamento han recordado que delincuentes comunes con tres o más condenas, como algunos violadores, saldrán a la calle y sobre ellos habrá una especial atención dado el rechazo y alarma social que provocan sus delitos.