Bárcenas: "Fue mi mano la que hizo las anotaciones y dio a Cospedal los sobres"

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado que fue su mano "la que hizo las anotaciones" de sus 'papeles' publicados por el diario El País, del mismo modo que fue su mano "la que entregó a Cospedal el sobre" con pagos de 7.500 euros.

En su declaración en la vista del juicio tras la demanda civil de protección de derecho al honor de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el extesorero 'popular' ha asegurado que entregó sendos pagos a la dirigente del PP en la séptima planta de la sede de la calle Génova y otro en su despacho del Senado en una fecha posterior a junio de 2008.

A preguntas de la defensa de María Dolores de Cospedal, Luis Bárcenas ha explicado que esos pagos se llevaron a cabo porque "era tradición en el partido compensar el nivel retributivo" de los secretarios generales del partido y del mismo modo recibían cantidades los predecesores de la 'número dos' en el cargo, Ángel Acebes, Javier Arenas y Álvarez Cascos.

Según el extesorero, en 2008, hizo sendos pagos de 7.000 euros y de 7.500 a Cospedal en los despachos que ésta tenía en la sede del partido y en el Senado y, más tarde, cuando se destapó la trama Gurtel y cesaron los donativos al partido, otro de 25.000 euros, en este caso idéntico a uno entregado al presidente del PP, Mariano Rajoy.

Bárcenas ha asegurado que éstos se hicieron manteniendo "la tradición" de completar las remuneraciones de sus antecesores en el cargo, Ángel Acebes, Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, que percibían parte de su sueldo "en B, sin retención".

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, cuya llegada a los juzgados estuvo acompañada de una gran expectación mediática, ha asistido desde la sala a la declaración de Bárcenas y ha negado sus acusaciones, que ha calificado de falsedades.

Cospedal ha negado haber cobrado sobresueldos y ha dicho desconocer si otros cargos del PP los percibieron, si bien ha recalcado que a quienes ha preguntado al respecto le han contestado que no.

La secretaria general del PP ha manifestado "su indignación con este asunto", pues ha asegurado que el relato ofrecido por Bárcenas "demuestra una forma de hacer las cosas que no tiene que ver con la realidad".

También han discrepado Bárcenas y Cospedal sobre la salida del primero del partido.

Bárcenas ha dicho que fue él quien tomó la decisión de dejar el cargo en marzo de 2010 tras hablar con Rajoy y que llegó a un acuerdo con Javier Arenas para mantener sueldo, coche y conductor, situación que continuó hasta enero de 2013.

En cambio, Cospedal ha recalcado que fue "a finales de julio o principios de agosto de 2009" cuando Bárcenas dejó su puesto como tesorero del PP y que fue ella, en su calidad de secretaria general, quien revocó todos los poderes de Bárcenas como tesorero, quien a partir de esa fecha "no tenía ni poderes ni firma".

Cospedal ha señalado que la única conversación que ha mantenido con Bárcenas fue ésa de 2009 en la que le dijo que tenía que dejar el puesto de tesorero "y él se negó".

En cuanto a la llegada de los papeles a El País, Bárcenas ha negado haberlos filtrado y ha señalado a su antiguo amigo, el abogado y exdiputado del PP Jorge Trias, quien, en su declaración como testigo, ha dicho no tener nada que ver con la filtración.

El director del periódico, Javier Moreno, ha planteado que cree que Bárcenas no tuvo que ver con la llegada de los documentos a su medio.

Por su parte, el único perito que ha testificado ha confirmado la autoría de estos papeles y que se hicieron de manera consecutiva, es decir, no todos en el mismo día, si bien ha explicado que sería necesario tener manuscritos de Bárcenas desde 1999 para confirmar que las fechas recogidas en los papeles se corresponden con el tiempo real.

Al término de la sesión, el abogado de Cospedal, Adolfo Prego, ha planteado que es Bárcenas quien debe aportar pruebas contra Cospedal, algo que no puede hacer porque no las hay, mientras que Javier Gómez de Liaño, letrado del extesorero, ha opinado que la secretaria general se ha equivocado al demandar a su cliente, pues él no filtró los papeles.