Caso Faisán

El confidente etarra afirma que acudió a Francia para hablar con Pamies

El colaborador etarra, conocido como 'Romano' se marchó del lugar de la cita después de que el exjefe policial no acudiese.

El confidente etarra conocido como 'Romano', con el que los mandos policiales acusados del chivatazo a ETA en el bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa) justifican la presencia de uno de ellos en la zona, ha asegurado que estaba en Italia y cruzó Francia desde los Alpes para mantener una cita con el exjefe Superior de Policía del País Vasco Enrique Pamies, al que conocía con el alias de 'Carlos'.


El etarra, que ha declarado en la Audiencia Nacional como testigo protegido, ha señalado que en los días anteriores al 4 de mayo de 2006, fecha en la que se produjo el soplo, se encontraba en "el arco alpino, a caballo entre Francia e Italia", y se tuvo que desplazar hasta las proximidades de la estación de Bayona, en el País Vasco-Francés, para mantener el encuentro.


"¿No era más seguro reunirse en otro punto?", le ha preguntado el fiscal Carlos Bautista después de recordarle que en aquella época contaba con un teléfono de la compañía Italia Móvil. "El mundo de lo clandestino no es seguro nunca, he corrido peligro todo el tiempo que he estado colaborando", ha contestado el confidente.


Un etarra "colaborador de la justicia"


'Romano', que ha declarado protegido por una mampara de seguridad, ha reconocido que en la época del chivatazo del 'Faisán' "estaba trabajando para la organización y como colaborador de la Justicia", a través de Pamies. "Él velaba por mi seguridad y la continuidad de obtención de datos", ha dicho.


Tras apuntar que mantenía una "relación profesional" con el exjefe policial desde hace más de 20 años, el confidente ha señalado que se iba a reunir con él "a la hora de la comida" para "pasarle datos de la organización, como habitualmente" solían hacer.


Al no presentarse Pamies a la cita, siguió "el protocolo establecido en cualquier organización". Se marchó a lo que ha definido como "una zona de seguridad" y retomó el contacto con él al día siguiente para volver a concertar un encuentro que se produjo "a los tres o cuatro días".


"Yo me alejo de la zona de la cita porque era muy cerca de la frontera y me ponía en riesgo. Al día siguiente le llamé desde una cabina y me dijo que había un problema porque había una operación montada en la frontera", ha señalado el testigo protegido.


De igual modo, ha asegurado que no acudió a la cita portando un teléfono porque "el móvil es antiseguridad" en cualquier organización. Preguntado por una llamada de 17 minutos que mantuvo el 6 de mayo con ese teléfono italiano, ha asegurado que lo recogió después de la cita.


Con respecto a la relación que mantenía con Pamies, ha apuntado que no le daba dinero mensualmente sino que recibió "una ayuda" puntual cuando se vio "alejado temporalmente" de la organización terrorista: "Me encontré en un momento de dificultad en el que solicité ayuda a 'Carlos' y me ayudó".


La camarera vio el soplo


También ha declarado la camarera del 'Faisán' María del Carmen Gogorza, quien ha señalado que el día del chivatazo vio a un hombre al que no ha identificado, "de entre 30 y 50 años", que entró en el establecimiento y le dio un teléfono al propietario, Joseba Elosua. En todo caso, ha asegurado desconocer si su jefe llegó a hablar con ese móvil.


La testigo también ha dicho que el hombre, que "no era muy mayor", llegó a tomarse un café pero no ha podido detallar quién se lo sirvió. En su declaración, Ballesteros negó haber pedido consumiciones en el bar. "Todo el que me conoce sabe que no soy muy cafetero", ha dicho.