El presidente catalán, Artur Mas, ha centrado este lunes sus esfuerzos en reclamar un techo de déficit que se acerque al 2% y esté por encima del 1,7%, sin entrar a presionar a Mariano Rajoy para que responda a la carta que le envió para celebrar lo antes posible una consulta soberanista en Cataluña.

En vistas a la reunión de este miércoles del Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que el Ministerio de Hacienda podría dar finalmente el techo de déficit para cada Comunidad Autónoma, el Gobierno catalán y los partidos políticos han librado este lunes una nueva batalla sobre las cifras.

En primera instancia, la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha afirmado que pedirá al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, un déficit para Cataluña del 1,5% y el 1,7% del PIB, unas cifras que Mas ha rechazado porque quedan "lejos" de las reclamaciones del Gobierno catalán y obligaría a hacer recortes "muy duros".

La Generalitat reclama un tercio del objetivo total de déficit del 6,5% que la UE ha asignado a España para este 2013, lo que equivaldría a un 2,1%, y está a la espera de que el Ministerio de Hacienda comunique esta semana el reparto entre las comunidades y, por tanto, también la cifra definitiva para Cataluña.

A partir de ahí, la Generalitat determinará si presenta finalmente los presupuestos de este año o mantiene la prórroga, una decisión que se tomaría en una reunión extraordinaria del ejecutivo catalán del próximo 6 de agosto.

"Ya sé que no llegaremos -al objetivo de un tercio del total de déficit asignado a España-, pero cuanto más cerca estemos mejor", ha dicho Mas en rueda de prensa, en la que ha subrayado que "en función de lo que nos comuniquen, veremos si se puede hacer presupuesto o no, y si no se puede se mantendrá la prórroga".

Mas ha manifestado su confianza en que ERC, que apoya a su gobierno en el Parlamento catalán, avalará unos presupuestos con un déficit "razonable", un apoyo que la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, también ha dejado entrever al afirmar que un tope por debajo del 2% sería "totalmente injusto", pero ERC se sentaría igualmente a negociar con CiU los presupuestos.

En cuanto a la carta que Mas envió a Rajoy para pedirle diálogo para la consulta soberanista, el presidente catalán ha afirmado que entiende que aún no haya recibido respuesta, porque el jefe del Ejecutivo central, ha dicho, tiene "otras preocupaciones y obligaciones", pero se ha mostrado confiando de que tarde o temprano habrá respuesta.

Mientras, los partidos de la oposición han cuestionado la misiva, empezando por Sánchez-Camacho, que ha opinado que es una "carta trampa" para "desviar la atención" en la gestión de la crisis de un gobierno que está "en el paro", al tiempo que el portavoz del PSC, Jaume Collboni, ha alertado a Mas de que no es una "solución mágica".

Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha pedido a Mas que "no saque pecho de la carta por la independencia" que ha enviado a Rajoy "mientras esconde la carta de dependencia en la que pide un rescate para tapar agujeros", en alusión a los fondos que la Generalitat ha solicitado al Estado.

Por otro lado, el Gobierno catalán ha reiterado su "incomodidad" con la presidencia del Tribunal Constitucional en manos de Francisco Pérez de los Cobos, contra el que el ejecutivo catalán está ultimando la petición de recusación tras conocerse su afiliación al PP y algunas consideraciones que el magistrado ha hecho en el pasado en contra de los nacionalismos.

En una comparecencia en el Palau de la Generalitat en la que ha presentado el web de la transparencia de la administración catalana, Mas ha cuestionado la capacidad de Pérez de los Cobos de ejercer como "árbitro" y ha agregado: "También existe el nacionalismo español, que es como la copa de un pino, y dentro del nacionalismo español hay bueno y malo, como se ha demostrado la historia, y en el catalán, exactamente igual".