Descarrilamiento tren

La familia 'milagro'

Yésica Medina, su marido Daniel Castro, y sus dos hijos, Carlos de 7 años y Teresa, un bebé de mes y medio, salieron sin daños graves del siniestro.

La familia superviviente que salió ilesa del accidente
La familia 'milagro'
EFE

Yésica Medina, su marido Daniel Castro, y sus dos hijos, Carlos de 7 años y Teresa, un bebé de mes y medio, han vuelto a nacer en la vía del tren la tarde del 24 de julio.


Regresaban a su casa de Ferrol desde Madrid, a donde se habían ido a disfrutar de las atracciones del parque Warner. Viajaban todos juntos en el vagón número dos del Alvia que descarriló a toda velocidad en una curva cuando enfilaban la entrada hacia Santiago, la penúltima parada antes de llegar a casa.


Los cuatro salieron con vida del siniestro y sin lesiones de gravedad, con apenas unos golpes y rasguños de los que ya se recuperan en su casa de la avenida de Vigo de Ferrol.


La bebé nació el 11 de junio y apenas tenía 43 días de vida, explica por teléfono a Efe su abuela, Ana María Castañé, de 60 años.


El tren circulaba a mucha velocidad, cuentan, y el vagón salió volando y giró "dos veces por lo menos en el aire", relata esta familia.


Al tocar el suelo, se incendió por zonas. Daniel vio un boquete y sacó primero a su hijo Carlitos. Regresó por el bebé, lo dejó en brazos de su hermano y por último, sacó a su mujer.


Son conscientes de que ha sido prácticamente un milagro. Yésica tiene un esguince y tiene mucho dolor en la espalda. Esta tarde, fue al hospital público Arquitecto Marcide de Ferrol junto a su marido para hacerse una resonancia.


Él tiene un golpe en un ojo y varias magulladuras, y su hijo, de 7 años, un corte en una mano que lleva vendada. La bebé está bien, dice su abuela, y apenas tiene unos golpecitos en un costado y un rasguño en una pierna.


Su madre la sujetaba en brazos cuando el tren descarriló y la protegió con su cuerpo.


La pareja es de Caracas pero se asentaron en la ciudad hace tres años huyendo de la situación política y social de su país. No tienen trabajo y siempre han vivido en el mismo edificio.


La abuela llegó hace un mes y medio para ayudarles con los críos. No deja de dar las gracias a Dios por lo que considera un milagro que ha salvado a su familia.


La noche del accidente, Daniel y Yésica perdieron los móviles. Desde el hospital contactaron con la Policía Local de Ferrol para que avisara a la abuela, que vive con ellos, de que estaban vivos y razonablemente bien.


Otras dos familias de la zona no han corrido la misma suerte. Tomás López, de 21 años, perdió la vida junto a su madre, Elisa Brión, de 46. Su hermana Laura, de 14, sobrevivió y está junto a su padre, un arquitecto que vive en A Coruña.


La tragedia también golpeó a una familia de cuatro miembros de la parroquia de Barallobre (Fene), un matrimonio y dos niños.


El padre, Rafael R., destinado en un buque de la Armada en Ferrol, y el hijo mayo salieron con vida del tren. La mujer, Lidia Martín, y la pequeña Daniela, no.


Tampoco sobrevivió otro joven, Rodrigo de Antonio, al que sus amigos llamaban Tortu. Viajaba a Ferrol a ver a sus padres desde Madrid, donde trabajaba en un musical.


Narón también llora a una joven de 24 años, Nerea, de la que nada supieron durante horas. Iba en el tren y temen que sea uno de los pocos cadáveres que faltaba por identificar.