Accidente de Ávila

La jueza interviene el bus para que no se manipulen pruebas

La magistrada también quiere estudiar el estado mecánico del vehículo, ya que el conductor declaró que escuchó un ruido en la parte trasera.

Imagen del autobús siniestrado
Evolucionan favorablemente los heridos en el accidente de autobús de Ávila
AFP

La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ávila ha solicitado la intervención judicial del autobús en el que murieron nueve personas el pasado lunes, para que sea custodiado durante el proceso de instrucción y evitar así que "se destruyan o manipulen medios de prueba".


Según ha informado este miércoles en nota de prensa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la magistrada también ha adoptado esa decisión para estudiar "el estado mecánico del vehículo" después de que el conductor declarara el mismo día del accidente, en sede judicial, haber escuchado "un golpe en la parte trasera".


Desde el juzgado que instruye este caso ha sido remitido un oficio a la Guardia Civil para que proceda a la intervención del vehículo siniestrado en el que, además de los nueve fallecidos, también resultaron heridas de diversa consideración otras veintidós personas.


Hasta el momento, en el proceso de instrucción del caso se ha personado la compañía aseguradora del vehículo accidentado en el kilómetro 123,000 de la N-403 (Ávila-Toledo), dentro del término municipal de Tornadizos de Ávila, a seis kilómetros de esta capital.


En su declaración, el conductor del autocar, R.G.S., de 54 años, negó ante la juez haberse quedado dormido en el momento en el que se produjo el siniestro, después de que horas antes hubiera manifestado lo contrario a la Guardia Civil en el escenario del suceso.


Así figura en el atestado del Instituto Armado, tal y como ha reconocido este miércoles el fiscal, Óscar Barrios, presente en la declaración del conductor, quien ha considerado que la realizada ante la juez "no resta validez" a la manifestación espontánea efectuada en el lugar de los hechos.


Ante la magistrado, además de negar que se quedara dormido, manifestó haber escuchado "un golpe en la parte trasera" en un momento en el que el vehículo ya transitaba "con el freno eléctrico para bajar pendientes y retener la velocidad".


Al respecto, dijo desconocer a qué se debió ese ruido, si bien señaló que pudiera también deberse a "las bandas que hay en la carretera".


En el instante el ruido, reconoce que llevó a cabo una maniobra de giro "hacia la izquierda" y que el autocar "seguía rozando hasta que pudo parar" junto a un quitamiedos que impidió que el vehículo volcara cuando circulaba "a menos de noventa kilómetros por hora" porque, según dijo, "hay que bajar con precauciones".


Sobre la situación en la que realizó el viaje, el conductor reconoció haberse levantado sobre las 6.30 horas, tras haber trabajado el día anterior hasta las 23.30, momento en el que se quedó "revisando el autobús", lo que le permitió dormir en torno a "seis horas y media o siete".