La mitad de los conductores circula más despacio de lo habitual cuando viaja con su familia, lo que muestra que al viajar en familia adoptan conductas más seguras. Es una de las conclusiones que se desprenden del último estudio elaborado por la Fundación para la Seguridad Vial (FESVIAL), con motivo de la campaña de tráfico de verano, a través de encuestas personales.

Según el informe, el temor a sufrir un accidente cuando se viaja en familia es superior a la percepción del riesgo, ya que dos de cada tres conductores (66%) tienen más miedo de colisionar cuando viaja con la familia que cuando viaja solo. “Cuando se viaja con la familia, los conductores reconocen que cumplen la normativa en mayor medida”, señalan.

Las familias que realizan viajes de ocio (los fines de semana y festivos), suelen recorrer distancias comprendidas entre los 30 y los 200 kilómetros. Cuando los viajes son por vacaciones, estos trayectos alcanzan la gran mayoría más de 400 km.

Por otro lado, al comparar las paradas realizadas tanto en kilómetros como en tiempo entre las mismas, destaca que cuando los viajes son por ocio un tercio no realiza ninguna parada. Cuando se realizan suelen ser en mayor porcentaje cada 100-200 kilómetros, o entre hora y media y dos horas y media. Sin embargo, cuando los viajes son vacacionales los kilómetros recorridos para realizar una parada aumentan, ya que casi la mitad de los conductores paran entre los 200 y 300 km, o cada dos horas, o dos horas y media.

Preparación del trayecto

En cuanto a la planificación de los viajes, casi la mitad de los conductores afirma hacerlo tanto si son de vacaciones o de ocio, poco más de un tercio (37%) solo lo hace si son rutas o viajes nuevos y el 11% si son rutas largas.

Respecto la revisión mecánica del vehículo previa al desplazamiento, ocho de cada diez conductores la realizan en viajes largos. La tasa se invierte en los viajes cortos, dos de cada diez conductores, con lo que los conductores revisan en mayor medida sus vehículos cuando van a realizar viajes más largos. “Hay que destacar que el 81% de conductores no hace ninguna revisión previa en viajes cortos, y el 15% de los que realizan viajes largos tampoco revisa previamente el vehículo”, lamentan desde Fesvial.

La preferencia horaria para realizar los viajes, tanto largos como cortos, es salir del lugar de origen mayoritariamente por la mañana (entre las 7.00 y las 12.00 horas). La tendencia cambia al volver a casa; en viajes cortos se prefiere el retorno de noche, “tal vez por motivos de fluidez del tráfico o con el fin de aprovechar el viaje hasta el último momento”. Mientras que la vuelta de los viajes largos es más segmentada, los mayores prefieren volver por la mañana y los jóvenes por la noche.

En cuanto al consumo de alimentos durante el trayecto, la mitad de los conductores encuestados afirma que quienes comen son principalmente los niños, especialmente cuando se realizan más de seis viajes al año. Destaca que un 12% de los conductores comen mientras conducen, sobre todo los más jóvenes (de 18 a 29 años). Esta conducta supone un riesgo en la conducción ya que puede producir distracciones.