ETA

Un supuesto etarra se inculpó para impresionar a su exnovia

El Tribunal destaca el "desequilibrio mental" de Zubillaga, que se autoinculpó de pertenecer a la Kale Borroka en una carta que buscaba impresionar a su expareja.

El falso etarra Zubillaga
El falso etarra Zubillaga
EFE

La Policía francesa, en colaboración con la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, ha detenido a primeras horas de este miércoles en la localidad vascofrancesa de Sare al presunto miembro de ETA Aitor Zubillaga Zurutuza, que se encontraba huido.


Según ha informado el Ministerio del Interior, contra el arrestado, que se había fugado tras la desarticulación del grupo de ETA que operaba en la provincia de Guipúzcoa y del que formaba parte, había dictada una Orden Europea de Detención y Entrega emitida por la Audiencia Nacional.


Zubillaga Zurutuza fue entregado por las autoridades francesas a la Audiencia Nacional en diciembre de 2008, después de ser detenido en la localidad vascofrancesa de Totein-Litarrenx, donde vivía desde hacía años tras huir de España en 2001 para eludir la acción de la Justicia.


La Audiencia le absolvió del delito de tenencia de sustancias incendiarias en concurso con uno de daños, a pesar de que el acusado confesó en una carta manuscrita su participación en varios ataques de violencia callejera, que luego negó en el juicio.


Los hechos por lo que se le juzgaba eran la quema del coche de un ertzaina y el lanzamiento de varios cócteles molotov contra la vivienda de ese agente en Legazpi (Guipúzcoa) en el año 2000.

Una carta para impresionar a su exnovia

El detenido fue absuelto el 13 de febrero de 2009 por la Sección Tercera de la Sala de Lo Penal de la Audiencia Nacional de los delitos que se le imputaban por quemar la vivienda y el vehículo de un 'ertzaina' en Legazpi, al considerar que la única prueba que existía contra él era una carta en la que se autoinculpaba de estos hechos para impresionar a su ex novia.


La sentencia, recogida destacaba que no constaba "otro indicio para la inculpación del acusado que su propia autoimputación" en una carta que Zubillaga dejó bajo la almohada de la cama de la que había sido su pareja poco después de intentar suicidarse mediante la inhalación de gas en la vivienda que ambos ocupaban.


En el manuscrito, que finalizaba diciendo 'Decide tú qué hacer con esto, tengo plena confianza que harás lo más conveniente', Zubillaga asumía la quema del vehículo e implicaba en ella a dos amigos íntimos de su ex novia, Miren Ansorena y Ramón García Carrasco. Ambos, que comparecieron en la vista como testigos, señalaron que no tenían "conocimiento" de la pertenencia de Zubillaga al grupo Fuerza Joven de Legazpi (LGI), que reivindicó el acto, ni de que éste ejecutaran los hechos que se había atribuido. 


Tras constatar "la ausencia de dato fáctico de mínima enjundia que apunte a la pertenencia" del acusado en LGI, el tribunal destaca que cuando se produjeron los hechos Zubillaga sufría un "estado de angustia en el contexto de un trastorno adaptativo de predominio emotivo conductual", según consta en los informes de dos centros sanitarios que le trataron.


"Ello no permite apreciar una patología psiquiátrica relevante, pero sí posibilita la consideración de un cierto grado de desequilibrio mental", señala la sentencia, de la fue ponente el juez Guillermo Ruiz Polanco. Con esta carta, que escribió "poco antes de su tentativa suicida", Zubillaga adjudicaba "una mendaz imputación de hechos ilícitos" a los otros dos jóvenes, contra los que actuó con "ánimo de venganza".


Durante el juicio, que se celebró el pasado 29 de enero, el acusado reconoció que su intención era aparentar que era "valiente" para así conseguir que su ex novia se arrepintiera de haberle dejado. Su abogada defensora, Ainhoa Baglietto, llegó a decir que la pretensión de su cliente había sido la de "morir como un héroe" ante la chica.


Por su parte, la fiscal Susana Landeras rebajó su petición de cárcel de 10 a 4 años y 9 meses por los delitos de delitos de daños y tenencia de explosivos.


Agentes de la Policía Nacional trasladaron el 18 de diciembre de 2008 desde Francia a los presuntos miembros de ETA Aitor Zubillaga Zurutuza, Unai Fano Aldasoro y María Lizárraga Merino, reclamados por la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo. Zubillaga fue detenido en la localidad francesa de Pau, mientras los otros fueron arrestados el pasado 23 de septiembre en el país vecino.


Aitor Zubillaga Zurutuza, de 34 años y natural de Zumárraga (Guipúzcoa), fue detenido entonces sobre las 6.00 horas de la mañana, después de que el Tribunal de Apelación de la localidad de Pau aceptara en noviembre la euroorden solicitada por la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, para ser juzgado en España por delitos de terrorismo y tenencia ilícita de armas.