Tras la sentencia de Luxemburgo

"No estábamos chalados, la ley hipotecaria es injusta"

Afectados por los desahucios esperan que la sentencia de la UE haga recapacitar a la entidad bancaria y que tengan "sentido común".

"No estábamos chalados, teníamos razón, la ley hipotecaria es injusta y abusiva", ha clamado Mercedes Castro, una mujer en paro de 57 años que perdió su piso de Barcelona en diciembre de 2012 tras conseguir arrancar a Banca Cívica una dación en pago.


Mercedes, que ahora vive realquilada en una habitación, ha llorado hoy a lágrima viva al conocer la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que ha dado la razón a la lucha que lleva a cabo la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) desde hace cuatro años, denunciando a diestro y siniestro las cláusulas abusivas de la ley hipotecaria española y la indefensión que sufren los afectados.


Castro ha explicado que aún existen las subastas notariales extrajudiciales, instadas por entidades bancarias, en las que los afectados pierden su vivienda habitual sin tener siquiera derecho a un abogado.


"Nos dicen que la ley es igual para todos, pero eso no es verdad porque los bancos tienen todas las herramientas jurídicas. Menos mal que la lucha no ha sido en balde", se ha alegrado hoy, mientras recordaba el sufrimiento que le produjo perder su vivienda al quedarse en paro.


Wafae Zrakti tiene 18 años y desde hace más de uno intenta negociar con el Banco Popular que pare la ejecución hipotecaria del piso en el que vive con su madre y su hermana pequeña en Salt (Girona).


Zrakti, en un perfecto catalán, ha explicado que su madre es la única que trabaja en el hogar, que ingresa 800 euros mensuales y no puede hacer frente a los 400 que pagaba de hipoteca al mes.


"A mi madre le engañaron porque le hicieron firmar una hipoteca sin ni siquiera saber el idioma y ahora lo único que nos ofrecen son dos años de carencia, pero eso sólo es agravar el problema", ha dicho la joven estudiante con los ojos humedecidos.


"Los gobernantes y los banqueros no saben el sufrimiento que los desahucios producen en los menores que ven como sufren sus padres. Yo he visto a niños en las terrazas, sin poder ir al colegio, porque ese día venían a desahuciar a sus familias. Es una tortura para los niños", denuncia.


La joven cree que la sentencia del tribunal europeo les ayuda, pero no les defiende totalmente porque el banco seguirá reclamando a su madre 108.000 euros, más 36.000 de intereses. "La única solución es la dación en pago, una condonación de la deuda y un alquiler social, porque toda la deuda no la podemos asumir, es una condena de por vida".


A Óskar Giménez, un profesor de autoescuela de 36 años, en paro desde noviembre, Caixa Penedés le está cobrando unos intereses de demora del 19 % desde que hace cuatro meses dejó de pagar las cuotas.


Es una de las cláusulas abusivas que el Tribunal de Justicia de la UE ha visto en la legislación hipotecaria española. "Pero también tengo una cláusula suelo que no deja que me baje más del 3 %, cuando ahora el precio del dinero está más bajo", ha señalado Giménez.


Giménez ha explicado que compró su piso en Barcelona en 2008 con una hipoteca de 240.000 euros. Tras pagar primero 1.242 euros al mes y luego 932 "porque la cláusula suelo no dejaba que bajase más", aún debe 222.000 euros, a pesar de haber pagado durante cuatro años, porque primero el banco cobra los intereses y un poco de amortización.


Óskar espera que la sentencia de la UE haga recapacitar a la entidad bancaria y que tengan "sentido común". "Hemos ganado, van a tener que aceptarlo", ha dicho, mientras enumera las cláusulas abusivas de cancelación anticipada, de techo, de suelo, o de exigir toda la deuda que, según él, contiene la legislación hipotecaria cuestionada ahora por el Tribunal de Justicia de la UE.