El PSOE y el PSC rebajan el tono y buscan vías de entendimiento

El PSOE y el PSC han rebajado el tono de los últimos días tras el desencuentro vivido en el Congreso por su discrepancia sobre el derecho a decidir y han intercambiado mensajes en aras al "diálogo", convencidos de tener un papel relevante para mejorar el entendimiento entre Cataluña y el resto del país.

Ambas organizaciones tratan de cerrar así la vía de agua abierta después de que los socialistas catalanes rompieran la disciplina de voto en la Cámara Baja, un gesto que además motivó una multa de 600 euros a cada uno de ellos y la salida de la dirección del grupo parlamentario de José Zaragoza -único miembro del PSC en dicho órgano-.

El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha querido dar por "zanjada" la polémica con la exministra Carme Chacón -que se ausentó de la votación, quedándose a medio camino entre su partido y el PSOE-, por unas declaraciones en las que advirtió de que no podrá repetir como candidata si no asume el derecho a decidir de Cataluña.

Navarro ha subrayado que ha hablado "mucho de este tema" con Chacón "públicamente y en privado" y que es el momento de poner de relieve lo que les une, de "ir a lo positivo y trabajar por los ciudadanos". "Creo que esa es la voluntad del partido y también la de Carmen", ha dicho el líder del PSC.

No obstante, la exconsejera y dirigente del ala más catalanista del PSC, Marina Geli, ha hurgado en la herida y ha opinado que Chacón debería afiliarse al PSOE si quiere liderarlo, ya que a su juicio está "más cerca" de "la mayoría española" que de la catalana.

Discrepancias que solucionar

En todo caso, el primer secretario del PSC se ha mostrado confiado en llegar a un acuerdo con el PSOE para elaborar un nuevo protocolo de relaciones en el Congreso, aunque ha recordado que los socialistas catalanes no renunciarán a defender una consulta soberanista legal y pactada en Cataluña.

Las direcciones del PSOE y del PSC se reunirán "en las próximas semanas" para elaborar un nuevo protocolo de relaciones tras la crisis que ha abierto entre ambos el debate sobre la consulta soberanista en Cataluña, que el PSOE rechaza y el PSC defiende siempre que sea pactada con el Estado.

Navarro ha reforzado su llamamiento a dar paso ahora a un "diálogo" que permita recomponer las relaciones entre los socialistas catalanes y sus compañeros del resto de España.

Por su parte, el secretario de organización del PSOE, Óscar López, ha afirmado que cuanto mayor sea la relación entre el PSOE y el PSC mejor será el entendimiento entre España y Cataluña, al mismo tiempo que ha indicado que hay voluntad de las dos partes para solucionar las "discrepancias".

López, acompañado del secretario general del PSOE en Aragón, Javier Lambán, ha reconocido en una rueda de prensa en Zaragoza que existen "discrepancias" que exigen que tanto el PSOE como el PSC se sienten para revisarlas.

"Yo les digo que para el mejor entendimiento entre Cataluña y España es bueno que haya un entendimiento entre el PSOE y el PSC y como hay voluntad por las dos partes, estoy convencido de que se va a producir", ha concluido.

Perjuicio para ambos

Por su parte, el secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, no ve fácil el acuerdo con el PSC, pero ha advertido del "daño" que "por mucho tiempo" haría al PSOE una ruptura con su formación en Cataluña.

Fuentes del PSC creen que en una ruptura el socialismo catalán quedaría muy tocado y reforzaría a la derecha en Cataluña, pero también tienen el convencimiento de que el PSOE aún saldría más perjudicado en España.

En este contexto, los socialistas andaluces quieren jugar un papel relevante para calmar las aguas. Así, la consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía y secretaria del PSOE de Sevilla, Susana Díaz, ha abogado por "recomponer el diálogo" entre PSOE y PSC y ha dicho que los socialistas andaluces intentarán actuar como "masilla" y "nexo" de unión.

En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha anunciado que el Ejecutivo impugnará ante el Constitucional la declaración soberanista del Parlament, ha evitado hacer comentarios sobre los problemas entre el PSOE y el PSC y, ante la posibilidad de que puedan afectar a la relación del Ejecutivo con el principal partido de la oposición, ha confiado en que se mantenga el diálogo.