Por una hernia discal

La nueva operación del Rey, una decisión muy meditada

El jefe del servicio médico de la Casa del Rey considera que una nueva intervención es lo más adecuado para acabar con los problemas de movilidad provocados por la hernia.

El Rey utiliza muletas desde su última intervención de cadera
El Rey vuelve al quirófano tres meses después de su operación de cadera
EFE

La decisión de someter al Rey a una nueva operación quirúrgica para tratarle una hernia discal ha sido muy meditada por parte del servicio médico del monarca, debido a las características de la lesión y al tipo de intervención, que busca su "descompresión neurológica y la estabilización raquídea".


Han pasado seis días desde que el pasado 15 de febrero la Casa del Rey difundió un comunicado que revelaba la agudización de una antigua hernia discal que padece el jefe del Estado y donde se anunciaba su estudio "para determinar su tratamiento más adecuado".


Firmaba la nota el jefe del servicio médico de la Casa, Miguel Fernández Tapia-Ruano, quien desde entonces ha manejado muy diversa información sobre el caso a partir de los resultados de las revisiones clínicas practicadas a don Juan Carlos, entre ellas varias pruebas radiológicas.


También se han contrastado con varios especialistas las distintas posibilidades de afrontar el tratamiento, hasta finalmente llegar a la conclusión de que la intervención quirúrgica es la solución más conveniente para acabar con los problemas provocados por la hernia.


"Una vez concluidas las pruebas y exploraciones y realizado el estudio correspondiente, el equipo médico ha determinado que el tratamiento más adecuado para la hernia discal en columna lumbo-sacra y la estenosis de canal que padece el Rey es la intervención quirúrgica", señala el doctor Fernández Tapia-Ruano en la nota oficial que anuncia la operación.


La "estenosis de canal" consiste en un estrechamiento del canal raquídeo que ejerce presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas.


Con este diagnóstico, el objetivo de la intervención es "la descompresión neurológica y la estabilización raquídea", tarea de la que se va a ocupar el neurocirujano Manuel de la Torre Gutiérrez, un especialista de confianza de la Casa del Rey, en la que ha trabajado como miembro del Servicio Médico de la Guardia Real.


Le impidió abandonar las muletas

La agudización de esta antigua dolencia ha provocado al monarca fuertes dolores que requieren aplicarle medicación, y explica por qué el Rey no ha abandonado el uso de muletas para caminar desde su última operación de cadera, el 23 de noviembre.


Se trataba de implantarle una prótesis para hacer frente al desgaste que sufría en esta extremidad, provocado por la artrosis y que le ocasionaba muchos dolores y dificultades de movilidad.


Aunque el traumatólogo Ángel Villamor, responsable de aquella operación, calculaba que tras la rehabilitación recibida tanto en el hospital como en el Palacio de la Zarzuela, el Rey podría prescindir de las muletas en dos o tres semanas, el agravamiento de la hernia discal lo ha hecho imposible y por ello sigue empleándolas.


Para decidir que el jefe del Estado pase de nuevo por el quirófano sólo tres meses después de la operación de cadera se han tenido exclusivamente en cuenta criterios clínicos y de hecho esta semana se han suspendido todas sus actividades oficiales.


El Rey tenía previsto viajar a Marruecos el próximo 3 de marzo, invitado por el monarca Mohamed VI, en lo que iba a ser su primer viaje desde la operación de cadera, una visita que ha quedado aplazada, tal y como él mismo ha explicado al propio rey alauí.


En vez de tomar el avión con destino a Rabat, ese día don Juan Carlos estará ingresado en la clínica La Milagrosa de Madrid, para entrar en el quirófano por undécima vez a lo largo de su vida.