Misión en Mali

El Gobierno pide autorización para enviar militares a Mali

España ha enviado ya un avión de transporte militar y participará con hasta 50 militares en la misión de entrenamiento que prepara la UE.

Los ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y de Defensa, Pedro Morenés, acudirán este miércoles al Congreso para pedir la autorización parlamentaria a la participación de España en la misión en Mali, cuyo primer paso fue el envío, el pasado sábado, de un avión de transporte militar 'Hercules' C-130.


Los ministros explicarán ante el Pleno las razones que han llevado al Gobierno a sumarse a los esfuerzos internacionales para frenar el avance de los islamistas en el norte de Mali y pedirán el visto bueno de los diputados a esta implicación, que también contempla la participación de hasta 50 militares en la misión de entrenamiento que prepara la Unión Europea.


El Consejo de Ministros aprobó el pasado 18 de enero esta misión, que deberá contar con la autorización del Congreso, tal y como prevé la Ley de Defensa Nacional. En su artículo 17.3, prevé que, cuando existan razones de "máxima urgencia" que impidan realizar una "consulta previa", el Gobierno deberá acudir "lo antes posible" a la Cámara Baja "para la ratificación" de la decisión adoptada.


En concreto, el acuerdo que será sometido a la votación del pleno incluye la puesta a disposición de la operación de un avión de transporte militar 'Hércules', para "contribuir al transporte estratégico de las capacidades regionales".


El avión se encuentra desde le pasado sábado en Dakar, donde tendrá su base durante su despliegue, que en un principio se prevé de al menos tres meses. Su misión será la de trasladar hasta Mali tropas de países africanos que apoyarán al Ejército maliense a controlar su territorio. En ningún caso hará vuelos 'intrateatro', es decir, dentro del propio Mali.


Con este avión viajaron desde Zaragoza 30 militares, a los que esta semana se iban a sumar otros 20 efectivos. El destacamenteo está compuesto por personal del Ala 31 del Ejército del Aire, del escuadrón de apoyo al despliegue, personal sanitario de Zaragoza y de Madrid y personal del grupo de Mando y Control de Sevilla.


Además, el acuerdo contempla que España facilitará el tránsito por su espacio aéreo de soberanía y zona contigua al mar territorial español, así como el uso de "determinadas bases aéreas", a los aviones militares y de Estados de países miembros de la UE y la OTAN que participen en las misiones y operaciones establecidas de acuerdo a las resoluciones de la ONU sobre Mali.


La contribución española se completa con la participación en la misión EUTM Mali, de entrenamiento al Ejército de este país, a la que España se sumará con "hasta 50 efectivos para labores de adiestramiento" de las Fuerzas Armadas malienses y las unidades de apoyo necesarias.


Esta misión lleva meses organizándose, pero los acontecimientos de mediados de enero han llevado a los Veintisiete a acelerar el planeamiento, con la intención de que pueda comenzar a desplegarse a mediados de febrero.


Al margen de este acuerdo, el ministro de Asuntos Exteriores comprometió la pasada semana el envio hacia la costa frente a Senegal del buque hospital 'Esperanza del Mar', para que pueda atender a los heridos en los combates que se vayan a producir en Mali.


"Apoyo a la actuación decidida de Francia"


En el acuerdo presentado al Congreso, el Gobierno recalca que España ha "apoyado políticamente desde el principio la actuación decidida de Francia", que el pasado 11 de enero inició la 'operación Serval' para impedir el movimiento de los yihadistas hacia la capital maliense.


El Ejecutivo comprometió desde el principio su apoyo "político y diplomático" a esta intervención, pero ha descartado implicarse con tropas de combate. Tras aprobar la participación española en la misión, Morenés aseguró en rueda de prensa que los militares españoles no intervendrán en acciones de combate en Mali.


El ministro de Defensa insistió en que el Gobierno tenía la "obligación de participar" en esta misión, porque la ofensiva contra los islamistas radicales es "muy importante para los intereses generales de España".


Rechazo de IU


La misión cuenta ya con el rechazo del grupo parlamentario IU-ICV-EUiA, la Izquierda Plural, que votará en contra en el Pleno y que ha presentado una proposición no de ley en el Congreso por la que insta al Gobierno a "pronunciarse claramente contra la agresión militar francesa a Mali, contra el apoyo logístico de Gran Bretaña y Argelia y contra la posible intervención de tropas de otros estados, especialmente del Ejército del Estado español".


La iniciativa de la Izquierda Plural quiere que, en lugar de intervenir en esta operación, España promueva "por todos los medios el repliegue de los militares malienses a los cuarteles, el restablecimiento de las libertades y la democracia en Mali, y el respeto escrupuloso de los derechos humanos por parte de todos los contendientes".


Además, quiere que se implique para lograr "un algo el fuego inmediato" y que se retiren las tropas francesas y se puedan establecer "unas conversaciones de paz" en las que se aborden "las distintas realidades del estado artificial maliense, para dotarlo de instituciones fuertes que fomenten su derecho económico y social, sin descartar el derecho de autodeterminación de la población tuareg de Azawad".


Explicaciones sobre el sargento fallecido en Afganistán


Por otra parte, Morenés comparecerá este miércoles tras el Pleno ante la Comisión de Defensa para informar sobre la muerte del sargento David Fernández Ureña en Afganistán, el pasado 11 de enero.


Según informó Defensa ese día, el sargento murió al estallar un artefacto explosivo que iba a neutralizar, cuando su equipo realizaba labores de reconocimiento en la ruta Opal, entre las localidades de Qala-i-Naw y Darra-i-Bum, en la provincia afgana de Badghis.


Fue el primer ataque mortal sufrido por las tropas españolas desde noviembre de 2011, cuando murió el sargento Joaquín Moya Espejo, al recibir un disparo en el tórax. Con el fallecimiento del sargento Fernández Ureña, son 100 los militares y guardias civiles que han perdido la vida en la misión en Afganistán, desde que comenzó en enero de 2002, y en la que también han muerto dos intérpretes españoles.