El río Ebro se ha salido de su cauce en la localidad navarra de Tudela y ha comenzado a inundar algunas calles del Casco Viejo de la ciudad, que desde hace dos días se preparaba para esta eventualidad y vive estas horas "con expectación, más que con la lógica preocupación".

Así lo ha declarado el concejal de Concejal de Organización del consistorio tudelano, Joaquim Torrents (UPN), quien ha confirmado que, por el momento, además del Paseo del Prado que había quedado embalsado ya esta mañana, hay dos calles anegadas por el desbordamiento del río, la calle Huerto del Rey y la de las Verjas.

Según ha informado SOS-Navarra, se trata de la primera afección prevista, ya que el río sigue subiendo y el pico de mayor avenida se espera para esta tarde, aunque es posible que durante la próxima madrugada haya otro desbordamiento.

Los problemas en Tudela llegan cuatro horas después de que el pico de avenida del Ebro pasara por la localidad navarra de Castejón, donde también han quedado anegados los campos de cultivo más cercanos a la ribera izquierda del río, lo que ha obligado además a cortar N-113 (Madrid-Pamplona), si bien la lejanía de la población no ha causado problemas en vecinos ni inmuebles.

No es el caso de Tudela, donde el Ebro atraviesa la ciudad y algunas de las calles del Casco Viejo pueden anegarse por la baja cota a la que se encuentran, por lo que desde hacía días se había avisado a los vecinos y se habían dispuesto sacos de tierra en diferentes puntos para contener el agua.

Torrents ha explicado que la Policía Municipal ha dispuesto vías alternativas a las calles cortadas, aunque desde ayer ya se había avisado a los vecinos de la parte más baja de la zona de que sacaran los coches de los garajes y de que quienes tuvieran la posibilidad se trasladaran a otras viviendas.

"De no poder hacerlo, se había avisado de que hicieran acopio de algo de alimentación básica para poder permanecer en casa un par de días en el caso de que no puedan salir", aunque ha advertido que agentes de la Policía foral y Municipal, y personal de Protección Civil cuentan con lanchas para poder trasladar a los vecinos si deben abandonar las casas o acceder a ellas.

"No hay constancia de complicación más allá del cierre de las calles y de la curiosidad lógica de los vecinos de esas calles y de otros que se acercan al río" para observar la crecida, ha señalado el concejal.

Ha valorado que en esta ocasión las alertas se habían activado con la suficiente antelación y "hemos tenido más tiempo, ha habido mejor previsión y los sacos terreros y otras medidas se han puesto con más antelación. Esperemos que, aunque se den complicaciones, sean menores".

Por todo ello, y sin descartar que en el consistorio este suceso se vive "con la preocupación lógica" por el hecho y sus consecuencias, ha destacado que lo que prima es la "expectación y la calma", dada la previsión con la que se han preparado, que ha llevado a algunos vecinos a tildarles de "exagerados".

"Los cuerpos de policía, Protección Civil, la brigada municipal y yo mismo -es concejal de Organización, Calidad, Atención al Ciudadano y TIC- hemos ido lanzando los mensajes a la población a través de los medios de comunicación y de la web del Ayuntamiento y se ha tratado de poner en antecedentes de lo que podría ser".