Operación crucero

De Cabo recurre la fianza de 50 millones exigida para salir de la cárcel

Ingresó en prisión el pasado miércoles por urdir una trama para ocultar los bienes del grupo y el patrimonio del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán.

El dueño de Viajes Marsans, Ángel De Cabo, ha recurrido la fianza de 50 millones de euros que le impuso el juez Eloy Velasco para poder eludir la prisión, en la que ingresó el pasado miércoles por urdir una trama para ocultar los bienes del grupo y el patrimonio del expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán. 


Fuentes jurídicas han informado de que otros cuatro detenidos en la "operación Crucero", entre ellos la mano derecha de De Cabo, Iván Losada, han presentado recursos de reforma contra las distintas cantidades que les fijó el magistrado, que les acusa de alzamiento de bienes, insolvencia punible, y blanqueo de capitales.


Además de Losada, para quien la fianza establecida por el juez ascendía a 30 millones de euros, han recurrido el cuñado de De Cabo, Teodoro Garrido, y los supuestos testaferros Carmelo Estélles y José Pardo Manrique, para los que la cifra exigida era de 500.000 euros y que, como el resto, no han abonado todavía.


El pasado lunes fueron arrestadas nueve personas, entre ellas Díaz Ferrán, para el que el juez impuso una fianza de 30 millones de euros, mientras que para la secretaria de De Cabo, Susana Mora, la redujo a 3.000 euros -que abonó el mismo día- gracias a su "colaboración".


Sólo uno de los detenidos salió en libertad en libertad, Rafael Tormo, que ejercía labores administrativas relacionadas, sobre todo, con Hacienda.


Por el momento, según las mismas fuentes, aún no ha recurrido su fianza Díaz Ferrán que, como los otros arrestados, ingresó el pasado miércoles en la prisión madrileña de Soto del Real.


Estas cantidades, -la mayor de las cuales corresponde al dueño de Nueva Rumasa y que es también la cifra más alta de las fijadas hasta ahora en España- se explican porque tras el traspaso de Marsans a De Cabo, el liquidador pudo detraer activos del grupo turístico por al menos 30 millones de euros, que al parecer habían beneficiado directamente a Díaz Ferrán.


De hecho, en el auto de prisión del expresidente de CEOE se desveló que desde 2010 Díaz Ferrán había estado cobrando 100.000 euros mensuales de De Cabo, mientras su socio de toda la vida, Gonzalo Pascual, no había recibido al parecer ningún pago hasta su muerte.


En total, Díaz Ferrán y Pascual podrían haber recibido 16 millones como contraprestación por haber traspasado sus bienes personales y el grupo Marsans a De Cabo, quien supuestamente maquinó operaciones para repartir efectivos y patrimonios, detrayéndolos a sus legítimos acreedores, que podrían rondar los 10.000.