Elvira Rodríguez apela a aumentar la transparencia para recobrar la confianza

La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, ha afirmado este miércoles que la crisis económica y las turbulencias de los mercados obligan a recobrar la confianza de los inversores y para ello es ineludible incrementar la fiabilidad y transparencia de la información financiera que publican las entidades cotizadas. 

Así lo ha indicado en la conferencia inaugural en Zaragoza del XXI Congreso Nacional de Auditoría, en la que agregado que las respuestas a este reto deben ser impulsadas en primera instancia por los propios administradores de las empresas, articulando procedimientos "robustos" de control interno que garanticen la fiabilidad de la información financiera.

Pero también, ha apuntado, aumentado el rigor y los estándares de calidad que aplican los auditores externos, que a su vez deben estar sometidos a un régimen de control efectivo.

En ese sentido, ha señalado que las diferentes propuestas normativas y actuaciones en curso, entendidas como "revisión constructiva", suponen una buena oportunidad para tratar de recuperar la confianza de los inversores.

Ha insistido en que el hilo conductor de la crisis es la pérdida de confianza que han sufrido, entre otros, las instituciones financieras, las agencias de calificación, los supervisores y también los auditores, y esto ha motivado un "descrédito" y que muchos consideran que "les hemos fallado".

En ese aspecto, ha resaltado que para un inversor es complicado entender que su entidad se haya visto inmersa en una crisis de solvencia a los pocos meses de haber recibido una auditoría "limpia", una situación que ha ocurrido en no pocas ocasiones y un problema que comparten supervisores y auditores, que deben explicar bien su trabajo y esforzarse por convertir la percepción negativa de los ciudadanos en una "confianza renovada".

Por su parte, el presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, Rafael Cámara, ha destacado el papel de los auditores en la recuperación de la confianza a través de la información financiera que revisan, que debe responder a la realidad.

Ha indicado, en declaraciones a los medios, que no hay un solo responsable de la crisis financiera y que fallaron los reguladores, los supervisores, las familias, las empresas, la financiación y el sistema financiero y el reto es "devolverle salud a aquello que falló de forma estrepitosa".

En ese sentido, ha defendido el papel de las auditores en la crisis porque fueron los que levantaron los "banderines rojos" con informes a partir de 2007 llenos de "pegas", y ha subrayado que una de las cuestiones que han aprendido y que se puede resolver es la información que se suministra a los mercados, que debe ser mucho más clara y fácil de interpretar.

El papel de los auditores, ha concluido, es buscar las soluciones para que desaparezca "el clima generalizado de desconfianza y de deterioro de las posibilidades del país de salir adelante".