Elecciones gallegas y vascas

Rajoy y Feijóo ganan futuro

Mariano Rajoy coge aire en unas elecciones que los socialistas planteaban como un referéndum a su gestión, mientras que Rubalcaba ve peligrar su liderazgo.

No es una época propicia para renovar mayorías. Por eso, la amplia victoria conseguida este domingo por Alberto Núñez Feijóo en Galicia debe tener un sabor especial para él, para el PP y para Mariano Rajoy.


El presidente del Gobierno coge aire y puede esbozar una sonrisa ante las interpretaciones de que lo que había este domingo en su comunidad de nacimiento era un plebiscito sobre su gestión al frente del Ejecutivo.


Una actitud que contrasta con la del líder socialista. Alfredo Pérez Rubalcaba no se presentaba a las elecciones, pero no puede sentirse ajeno a lo ocurrido y será consciente de que el resultado, sumado a la asumida pérdida de la Lehendakaritza por parte de Patxi López, pueden adelantar el debate larvado sobre su sucesión.


La cita de Galicia, donde Xosé Manuel Beiras también puede considerarse triunfador frente a sus ex del BNG, se presta más a una interpretación política en clave nacional que la otra celebrada esta jornada, en el País Vasco.


Allí, el escrutinio ha dado la razón a las encuestas previas y el PNV se ha situado en cabeza de las preferencias de los votantes, con EH-Bildu en segunda posición en el regreso de la izquierda abertzale a las urnas.


El horizonte de pactos queda abierto en Euskadi, a la espera de que Íñigo Urkullu despeje la incógnita de si pretenderá gobernar en solitario, con ayudas puntuales de diferente signo, o buscará algún tipo de acuerdo más estable que pueda evitarle sobresaltos.


Feijóo no los ha tenido esta noche. Si acaso, habrán sido en positivo al ver cómo la mayoría absoluta justa que consiguió en marzo de 2009 se ha ampliado y ha hecho vivir a su partido y a Rajoy una alegría que no pudieron expresar tras las últimas elecciones andaluzas.


Quien seguirá al frente de la Xunta ha impedido dar alas al argumento del PSOE de que el relevo en Galicia iba a ser una muestra del rechazo de la sociedad a las políticas de Rajoy y puede sumir a los socialistas en un debate interno en la región y en Ferraz.


El que ha sumado puntos para el futuro es Feijóo, y no sólo en el ámbito autonómico.


Cuando todavía no se ha cumplido ni un año de Rajoy en la Moncloa, se antoja precipitado hablar de quién puede tomar su relevo en el partido, pero con una jornada como la de este domingo, el barón gallego, de 51 años, suma méritos y sube un peldaño en la familia popular.


A más corto plazo, el que ve algo más despejado el futuro es otro gallego, el presidente del Gobierno, ávido de una buena noticia como la de este domingo después de la sucesión de malos datos económicos de los últimos meses, de las dificultades que supuestos amigos como la canciller alemana, Angela Merkel, han puesto para superarlos, del debate soberanista que abandera Artur Mas o de la segunda huelga general convocada en respuesta a su política económica.


Pero el aval de Galicia no diluye los problemas, y a la vuelta de la esquina le esperan dos decisiones que los socialistas aguardan expectantes para certificar su tesis de que el jefe del Ejecutivo las ha dilatado por interés electoral: ¿Revalorizará las pensiones? ¿Pedirá el rescate a la Unión Europea?


Otra pregunta es la que puede tener Rajoy en la cabeza con los resultados de Euskadi en la mano: tras el éxito de EH-Bildu, ¿sucumbirá Urkullu a la tentación de subirse al carro del soberanismo que ha decidido conducir Artur Mas y hacer de ello el eje de su gobierno?


Socialistas y populares retroceden en Euskadi y quedan lejos de poder reeditar el acuerdo que permitió a Patxi López sentarse en Ajuria Enea, pero el máximo dirigente del PSE, que no ha rentabilizado electoralmente el hecho de que durante su mandato ETA dijera adiós a las armas, puede intentar explotar esa baza en otro terreno.


Rubalcaba decidió incluirle en la Ejecutiva del PSOE en el último Congreso del partido y eso disparó las cábalas sobre la posibilidad de que fuera el delfín en el que piensa para candidato en las próximas elecciones generales.


Ante el previsible resultado que se ha confirmado esta noche, algunas voces del PSOE se adelantaban a los acontecimientos para asegurar que la derrota de Patxi López en Euskadi no le inhabilitaría para ese desafío.


Lo seguro es que el aún lehendakari va a tener más tiempo para participar en Madrid en las reuniones de la cúpula socialista. El paso siguiente es aún una hipótesis sobre la que Rubalcaba intentará tener aún algo que decir. También Carme Chacón.