Cataluña

Mas reconoce que prometer el fin de los recortes sería "engañar"

El presidente de la Generalitat señala al anterior gobierno tripartito y a los gobiernos españoles, tanto del PSOE como del PP, como culpables del déficit de Cataluña.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas
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EFE

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha reconocido este martes que prometer en estos momentos que se acabarán los recortes sería "engañar".


En su intervención en el arranque del debate de política general en el Parlament, Mas ha intentado justificar su política de ajustes presupuestarios en dos años de legislatura.


Mas ha argumentado que su Govern se ha visto obligado a reducir el gasto público, asumiendo la "herencia de la deuda" dejada por el anterior gobierno tripartito, pagando unos elevados intereses por la financiación obtenida en los mercados, soportando un descenso de los ingresos tributarios y unos "incumplimientos" del Estado español.


El presidente catalán ha recalcado que, en 2010, la Generalitat acumuló más de 8.000 millones de euros de déficit, "más del 4% del PIB" catalán, una situación "claramente insostenible".


Para "enderezar" las finanzas catalanas, ha explicado Mas, el Govern ha aplicado en dos años un ajuste de "entre 4.000 y 5.000 millones de euros".


Ello se ha hecho, según ha señalado, pagando unos intereses de la deuda que han pasado "de los 1.439 millones de euros en 2010 a los 2.444 millones en 2012".


Además, el Govern de CiU ha tenido que hacer frente a compromisos de gasto "procedentes de muchas inversiones hechas y no pagadas" por el tripartito: "Entre 2011 y 2012, la Generalitat debe pagar 1.500 millones de euros en pagos diferidos por inversiones ya efectuadas", ha apuntado Mas, que ha denunciado que en los primeros años de la crisis "se siguió gastando muy por encima de las posibilidades reales y se perdió un tiempo muy valioso" para iniciar el ajuste.


Otra de las razones que explican los apuros financieros por los que atraviesa la Generalitat es, según Mas, la "gran deslealtad" del Gobierno, tanto bajo el PSOE como el PP, en el "reparto de las cargas" de los ajustes presupuestarios.


Esta "centrifugación de la deuda", ha dicho el presidente de la Generalitat, se pone de manifiesto con la negativa del Gobierno central a flexibilizar el objetivo de déficit de las autonomías.


Mas ha recordado que el Estado aún debe a Cataluña 970 millones de euros en infraestructuras, que deberían haberse pagado en 2011 y 2012, además de lo que se adeuda del Fondo de Competitividad.


Por todo ello, y por el hecho de que la recaudación por la vía de los impuestos no crece, Mas ha advertido de que "prometer a la población que se acabarán los recortes es engañar".


"Y del engaño siempre se derivan peores consecuencias que de la verdad", ha agregado Mas, que ha arremetido contra quienes recurren a "la demagogia y el populismo" para criticar los recortes.


Mas ha recordado que "gobiernos de todos los colores", dentro de España y la UE, se aprietan el cinturón: "En Europa, los recortes no son ni de izquierdas, ni de derechas, ni de centro".