Caso Nóos

Urdangarín deja Telefónica y vuelve a Barcelona

Urdangarin ha pedido una excedencia temporal en Telefónica, para la que trabajaba en EE.UU. para evitar perjuicios al grupo por su implicación en el caso Nóos.

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EFE

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han puesto fin a una estancia de unos tres años en Washington tras pedir el duque de Palma una "excedencia temporal" en Telefónica con el fin de evitar cualquier perjuicio que su imputación en el caso Nóos pudiera ocasionar al grupo para el que trabajaba en EE.UU.


Hace unos días, los duques de Palma han regresado con sus cuatro hijos a Barcelona, donde volverán a establecer su residencia después de que el fichaje de Urdangarin por la filial de Telefónica en Latinoamérica les llevara en 2009 a Washington, ciudad desde la que doña Cristina ha continuado estos años su vinculación laboral con la Fundación la Caixa, como directora de su Área Internacional.


La investigación judicial del Instituto Nóos ha pesado en el regreso de la familia a Barcelona -donde vivían desde la boda de los duques de Palma en 1997-, tres años después de que precisamente la controvertida actividad de esta entidad condujera a la decisión de Urdangarin de aceptar la oferta de la filial de Telefónica para trabajar en Washington.


Por qué se fue

Al conocer las informaciones y preguntas formuladas en el Parlamento balear acerca de las operaciones realizadas por el Instituto Nóos, que presidía el duque de Palma, la Casa del Rey encargó en 2006 a su asesor legal externo, el abogado José Manuel Romero, un informe sobre las actividades que podía desarrollar esta entidad.


Romero viajó a Barcelona y, después de comprobar que Nóos desarrollaba acciones lucrativas que no eran conformes a sus fines fundacionales, aconsejó a Urdangarin que se desvinculara del instituto, lo que hizo en junio de 2006.


No obstante, el duque de Palma, junto a sus socios, inscribió en 2007 en el registro una fundación para promover la cultura y el deporte, que no llegó a operar como tal porque el abogado José Manuel Romero, conde de Fontao, comprobó que su funcionamiento tampoco estaba planteado de forma adecuada.


En ese punto, el asesor legal externo de la Casa del Rey le aconsejó que renunciara a seguir por esa vía y optara por una actividad profesional por cuenta ajena, a ser posible fuera de España, algo que Urdangarin hizo en la primavera de 2009, cuando aceptó la oferta de la filial de Telefónica en Latinoamérica para trabajar en EE.UU. como presidente de su Comisión de Asuntos Públicos.


En julio de 2010, el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, abrió una pieza separada por los pagos del Gobierno balear a Nóos y, en noviembre, la Fiscalía Anticorrupción de Baleares registró la sede del instituto y otras entidades para investigar presuntas irregularidades.


La Casa del Rey expresó entonces su respeto a las decisiones judiciales y a mediados de diciembre apartó a Urdangarin de las actividades oficiales de la Familia Real, unos días antes de que el juez Castro le citara como imputado.


Vuelta a España

Ahora, ante la posibilidad de que el procedimiento judicial "pudiera tener alguna incidencia negativa para el grupo Telefónica", Urdangarin ha decidido solicitar a la empresa "una excedencia temporal", con la suspensión de su contrato y sus funciones, y trasladarse con su familia a Barcelona "con la intención de volver a desarrollar con la compañía nuevas actividades en el futuro".


Así lo explica, en un comunicado, tras afirmar: "En los últimos años he venido representando puestos de alta responsabilidad en el Grupo Telefónica en la convicción de que mis superiores jerárquicos han sabido valorar el esfuerzo y dedicación desarrollado durante este tiempo".


Telefónica no ha querido pronunciarse sobre esta noticia, mientras que la Casa del Rey ha expresado su respeto a la decisión de Urdangarin, de la que el duque de Palma había informado a esta institución con antelación.