Reacciones a los ajustes

Los funcionarios toman el lema del 'Sí, se puede' contra los recortes

La manifestacion, de carácter pacífico, estuvo presidida por una gran pancarta con el eslogan "Juntos podemos", ante la que se fotografiaron todos los sectores representados en la manifestación: bomberos, policías, médicos, etc.

Manifestación en Madrid contra los recortes
Los funcionarios toman el lema del 'Sí, se puede' contra los recortes
VÍCTOR LERENA/EFE

Cientos de personas volvieron a tomar este domingo el centro de Madrid hasta bien entrada la madrugada del lunes, en protestas espontáneas, convocadas en las redes sociales, contra el nuevo plan de ajuste del gobierno de Mariano Rajoy.  La manifestación, liderada por los funcionarios, hizo propio el lema del 'Sí, se puede'.


La protesta comenzó sobre las ocho de la tarde, después de una convocatoria realizada en las redes sociales, y con la intención inicial de acampar frente al Congreso.


Dado el blindaje policial con el que les recibió el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, los asistentes -médicos, profesores, trabajadores de la Administración pública, bomberos o policías, entre otros- se limitaron a protestar cerca de una hora en la plaza de Neptuno.


Luego decidieron desplazarse hasta la calle Génova y, para ello, recorrieron el paseo del Prado, la plaza de Cibeles, el paseo de Recoletos y la plaza de Colón, en un ambiente reivindicativo en el que no faltaron gritos en contra de las medidas del Gobierno, entre ellas la supresión de la paga extra de Navidad.


Posteriormente regresaron a la plaza de la Cibeles para seguir por la Gran Vía y Alcalá, bajar por Preciados hacia la Puerta del Sol y dirigirse nuevamente al Congreso donde permanecieron aproximadamente una hora ante el cordón policial que les impedía continuar.


Fue entonces cuando los concentrados se dirigieron por varias calles del barrio de las Letras hacia la plaza de Neptuno en la que permanecieron tras constatar que todas las calles que tenían acceso directo al Congreso estaban blindadas con vallas y agentes.


En un momento determinado, un pequeño grupo ocupó la calzada y cortó el tráfico sin que los agentes antidisturbios llegaran a intervenir.


El ambiente en la emblemática plaza era reivindicativo, festivo y con actitud pacífica e incluso permitió que los policías se quitasen los cascos, se colocaran las gorras y fueran aplaudidos y felicitados por los manifestantes durante unos minutos muy emotivos.


La llegada a la plaza de varios policías fuera de servicio con un grupo de perros fue saludada y vitoreada por los manifestantes entre los que destacaban varios grupos de bomberos con camisetas y eslóganes reivindicativos en ellas.


La buena sintonía y la ausencia absoluta de tensión permitió la estampa de ver cómo compartían los puntos de vista manifestantes y agentes haciendo cola en los baños de la única cafetería abierta en la zona.


Algunos de los lemas gritados por los manifestantes hacían referencia al Congreso: "El próximo parado que sea un diputado". Y otros a la reforma laboral y la situación económica: "Arriba todos a luchar, que se metan por el culo la reforma laboral" y "Más sanidad y menos Esperanza".


Las camisetas de los bomberos aportaban el tono satírico a la reivindicación: "bombero quemado" o "bombero en extinción".


Tan solo una gran pancarta blanca precedía la cabecera de la manifestación con el eslogan "Juntos podemos" y ante ella se fotografiaron todos los sectores representados en la manifestación: los bomberos con sus cascos, policías nacionales fuera de servicio con camisetas que les identificaban, médicos con gorros verdes y mascarillas, profesores, administrativos, etc.


Hasta fue colocada entre los agentes antidisturbios que vigilaban la concentración para ser también fotografiados, en un nuevo gesto simbólico, antes de que estos procedieran a invitar a los concentrados a dispersarse y poner fin a la protesta.