Tribunales

Joaquín Cortés, juzgado por estafa

Se le acusa de desviar 700.000 euros que habían aportado para un centro de ocio. "Es tan surrealista que parece una película", ha comentado el bailarín.

El bailarín Joaquín Cortés llega a la Audiencia Provincial de Madrid
Joaquín Cortés, juzgado por estafa
EFE

La Fiscalía ha pedido hoy la absolución de Joaquín Cortés de los delitos de apropiación indebida y estafa de los que le acusan unos inversores argentinos que aseguran que el bailaor, junto con su hermana y su exapoderado, desvió 700.000 euros que habían aportado para un centro de ocio dedicado al flamenco.


"Es tan surrealista que parece una película", ha comentado Cortés al término del juicio celebrado hoy en la sección número 23 de la Audiencia Provincial de Madrid y en el que la acusación ha solicitado que sea condenado a 10 años de prisión.


Además de Cortés, han sido juzgados su hermana Mariana y el exapoderado Alfonso Durán, para los que la acusación ha pedido 8 años y medio y 11 años de prisión, respectivamente, mientras que sus defensas, al igual que la fiscal, han solicitado también su absolución.


El abogado de Cortés ha indicado que confían en una resolución judicial favorable, a la que esperarán para decidir si presentan una reclamación por difamación contra los inversores que le han acusado.


Durante su declaración, el artista ha insistido en que no tiene "nada que ver" con una sociedad creada con tres inversores argentinos para poner en marcha un centro de ocio dedicado al flamenco en la calle Toledo de Madrid.


El juzgado número 29 de Madrid condenó a un año de prisión al bailaor, así como a su hermana y Alfonso Durán, al considerar probado que en 1998 destinaron la inversión a otros fines; esta sentencia fue anulada por la Audiencia Provincial de Madrid, que ha repetido hoy el juicio.


Cortés ha insistido en que no sabía nada de las operaciones de la sociedad Zigana, que estaba participada por Gaviota Morena S.L., de la que era administradora única su hermana, Mariana Pedraja, y la empresa G. Export, propiedad de los socios argentinos.


El bailaor ha explicado que conocía a los empresarios pero ha negado que les uniera una relación casi "familiar", como ellos han sostenido.


Al ser preguntado si les propuso en Brasil un negocio para abrir un local en Madrid, ha recordado que "como artista" viaja a multitud de países y conoce "a gente por todo el mundo" para añadir que ha expuesto "muchos proyectos" a lo largo de su vida pero que no tenía "ni idea" de los movimientos de las cuentas de las sociedad Zigana o Gaviota Morena.


Según los denunciantes, fue el propio Cortés el que les propuso en 1997 montar un negocio dedicado al flamenco en Madrid similar al que tenían ellos en Brasil, para lo que tenían que aportar una cantidad de dinero destinada a la realización de las obras de un local de la calle Toledo.


"Era todo redondo, bárbaro, fabuloso", ha explicado al tribunal Ernesto Melinsqui respecto a la propuesta de Cortés, con quien, ha dicho, asistieron a fiestas y eventos llenos de "glamour" mientras planeaban la puesta en marcha de este proyecto que "estaba muy definido".


El empresario ha sostenido que fue "fabuloso" mientras desembolsaban dinero en una cuenta del Banco de Inversiones creada por la sociedad Zigana pero que luego esas cantidades "desaparecieron" sin que se hicieran obras en el local y todo fueron evasivas y promesas de reintegrarles sus aportaciones.


Por el contrario, el exapoderado del artista, que ha considerado que con este caso se trata de perjudicar la imagen de Cortés, ha negado que se desviaran los fondos a otros fines.


También ha recordado que para sacar dinero de la cuenta de Zigana eran necesarias dos firmas, la de un representante de la empresa de la que era administradora la hermana de Cortés y la de los propios inversores argentinos.