El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hablará con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a fin de intentar fijar una postura común para la cumbre de la UE del miércoles, aunque sus posturas se perfilan muy distanciadas en temas como los eurobonos o el calendario de consolidación fiscal.

Desde Chicago (EEUU), donde participa en la cumbre de la OTAN, Rajoy ha respondido este lunes a la petición formulada por Rubalcaba para hablar antes de acudir a Bruselas, con la intención de presentarse en la capital comunitaria con una postura "de país" y le ha emplazado a este martes, cuando esté de regreso en España.

Rajoy, en rueda de prensa, ha anunciado que pedirá coherencia en sus planteamientos a Rubalcaba y que cumpla los acuerdos que en su día suscribió con el PP para la estabilidad presupuestaria.

El PSOE se ha congratulado de la respuesta positiva de Rajoy de conversar con Rubalcaba y ha insistido en la importancia que tiene para España intentar alcanzar un acuerdo.

Las mismas fuentes han indicado que Rubalcaba "lleva muchos meses defendiendo una nueva política económica para Europa" que siga apostando por el control de las cuentas públicas pero que, a la vez, se impulsen medidas de estímulo al crecimiento y a la creación de empleo.

Rubalcaba es partidario de que España defienda en Bruselas la necesidad de que se establezcan los eurobonos para evitar la especulación a la que están sometidas las deudas soberanas de algunos países como España, y también quiere un cambio en la posición del BCE y que se revise el calendario de cumplimiento de los objetivos de déficit para aplazarlo más allá de 2013.

Sin embargo, Rajoy ha dejado claro que ni el calendario para la consolidación fiscal ni los eurobonos están incluidos en el orden del día de la cumbre y ha reprochado a Rubalcaba que los socialistas no plantearan esas cuestiones cuando estaban en el Gobierno.

"Voy a hablar con Rubalcaba y con cualquier persona que quiera hablar conmigo de temas que afecten al interés general", ha asegurado el jefe del Ejecutivo, quien ha desvelado que mañana, una vez que regrese a España, también conversará con el líder de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, a petición del nacionalista catalán.

Después de indicar que la política europea siempre ha sido producto de grandes acuerdos, y "es importante que así sea", Rajoy ha hecho hincapié en el acuerdo alcanzado el pasado verano entre el PSOE (entonces en el Gobierno) y el PP para reformar la Constitución e incluir en ella la estabilidad presupuestaria.

Pero hace unas semanas, en el momento de aprobar la ley de estabilidad presupuestaria, el acuerdo se convirtió "en desacuerdo" porque el PSOE, según ha incidido, se comporta de otra forma cuando está en la oposición.

Así las cosas, ha instado a los socialistas a que ahora no planteen "exactamente lo contrario" de lo que proponían cuando estaban en el Gobierno.

"Sería deseable defender cosas parecidas en la oposición y en el Gobierno", ha sentenciado.

Ha subrayado también que su posición "es muy clara y nítida" y que no difiere de la que ha defendido "en los últimos tiempos", ya que sigue pensando que el objetivo es crecer y crear empleo y, para eso, no hay que gastar lo que no se tiene y hay que hacer reformas estructurales.

En su opinión, el crecimiento y la austeridad son compatibles y van unidos, porque el principal factor para que crezca la economía es la estabilidad financiera, un asunto "muchísimo más urgente" que los eurobonos.

Junto a ello, ha considerado que también es fundamental que se lance un "mensaje nítido" en defensa del euro.

Durante una entrevista radiofónica, Rubalcaba ha explicado esta mañana que su intención es pedir al presidente del Gobierno que busquen líneas comunes de actuación para que a España "se la oiga con una sola voz en la familia socialista y en la familia popular".

"Si hay un país de Europa que necesita una política de crecimiento europeo, y cambios en el BCE y en el calendario de consolidación fiscal, que es imposible que lo cumplamos, es España", ha juzgado, convencido de que Rajoy también quiere "lo mejor para España".

También se debería consensuar, a su entender, la puesta en marcha de un plan de crecimiento, la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras europeas, que los recursos de la UE se centren en investigación y educación y que se refuerce el Banco Europeo de Inversiones.

No obstante, ha admitido que será "más difícil" ponerse de acuerdo en el calendario de consolidación fiscal.