Primer aniversario del 15-M

Los indignados desafían al Gobierno por segundo día

Lejos de abandonar la Puerta del Sol dieron inicio a una asamblea para decidir, entre otras cosas, si se quedaban a dormir allí.

Un día después de que miles de personas salieran a las calles de España en el primer aniversario del movimiento, los indignados volvieron a llenar este domingo la Puerta del Sol de Madrid, símbolo de su movilización, y desafiaron el límite horario impuesto por el gobierno de Mariano Rajoy para su protesta.


El desalojo policial de la plaza y los 18 detenidos que se produjeron durante el mismo en la madrugada del domingo movilizaron a los indignados, que desde la tarde fueron llenando el kilómetro cero de España para protestar por la acción de los antidisturbios.


Denunciaron "brutalidad y desproporción". "No medió alteración del orden público alguna que justificara la intervención policial", aseguraron en un comunicado.


A las 22:00 (local), llegado el límite hasta el que la Delegación del Gobierno en Madrid había autorizado la protesta, lejos de abandonar la Puerta del Sol dieron inicio a una asamblea para decidir, entre otras cosas, si se quedaban a dormir allí. La Delegación del Gobierno en Madrid advirtió de que la policía iba a volver a desalojar si se intentaba acampar.


"¡La voz del pueblo no es ilegal!", corearon. "¡No estamos todos, nos faltan 18!".


El desalojo por el que protestaban se produjo poco antes de las cinco de la mañana (local) del domingo y en apenas diez minutos, cuando en la Puerta del Sol había un gran grupo de personas -entre 200 y 500 según diversos medios-, que habían pasado allí la noche tras la multitudinaria manifestación del sábado y que habían levantado una tienda de campaña y algunos toldos.


Los agentes antidisturbios entraron en la plaza y arrinconaron a los manifestantes, la mayoría de los cuales comenzó a abandonar el lugar por su propio pie. Sí hubo otros que se resistieron a la policía, con la que forcejearon. Los agentes detuvieron a 18. Hubo cuatro heridos: dos indignados y dos policías, según medios locales. Esta noche, la policía informó que iba a dejar libres a nueve de los arrestados.


El Ejecutivo de Mariano Rajoy anunció que no toleraría acampadas como las de hace un año y desplegó más de 1.500 agentes antidisturbios en Madrid para evitarlo.


Pasadas las 22:00, en Sol se repitieron imágenes similares a las de hace un año, con los indignados debatiendo, vigilados por antidisturbios y furgones policiales.


La concentración de este domingo en Madrid, aunque nutrida, fue menos numerosa que la del sábado. Las protestas se reprodujeron también en otras ciudades de España, como Barcelona, que también contó con un nutrido número de asistentes.


Además de en Madrid, durante la madrugada del domingo se produjeron desalojos policiales en plazas de ciudades como Valencia y Palma de Mallorca.


Donde los indignados sí pudieron acampar fue en la Plaza de Cataluña de Barcelona. Las autoridades regionales catalanas decidieron permitir la acampada hasta el martes si no se producen problemas de seguridad u orden público.