ETA

La viuda de un agente asesinado por ETA dice que Mobutu le rompió la vida

La viuda de uno de los tres guardias civiles asesinados presuntamente por el etarra Félix Alberto López de la Calle Gauna, 'Mobutu', en octubre de 1980 en Salvatierra, ha asegurado en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Nacional que con la muerte de su marido su vida se rompió.

La viuda de uno de los tres guardias civiles asesinados presuntamente por el etarra Félix Alberto López de la Calle Gauna, "Mobutu", en octubre de 1980 en Salvatierra (Álava), ha asegurado en el juicio que se sigue contra él en la Audiencia Nacional que con la muerte de su marido su vida se rompió.


"Le vi marchar desde el balcón, le dije adiós y lo siguiente que escuché fue sobre las cuatro y media o cinco de la tarde escuché unas sirenas que llevaban ya a mi marido con sus compañeros muertos. (...). Con 23 años, una vida rota", ha afirmado Gemma López, que ha comparecido como testigo en el primer juicio celebrado en España contra 'Mobutu', para quien la fiscal ha pedido 81 años de cárcel.


Asimismo, durante la vista la viuda de José Vázquez Platas ha asegurado que cuando mataron a su marido, ellos llevaban "cinco meses menos cinco días de casados", y que ella estaba embarazada de cuatro meses. "Estuve muy mal, muy mal, el parto me lo tuvieron que provocar antes de tiempo: Mi hija, gracias a Dios, nació bien, aunque le tuvieron que dar con dos años Fenobarbital -un tranquilizante-, porque estaba en la cuna y daba saltos. Mi hija había asumido todo lo de su madre", ha concluido la viuda del agente, que ha reconocido que todavía se encuentra en tratamiento psiquiátrico y psicológico.


Además, ha dicho que en el año 80 estaban en una "guerra abierta" con 98 muertos y que ése día su marido no tenía que trabajar, pero que tuvo que sustituir a un compañero para participar en el dispositivo de seguridad de una prueba ciclista.


Por su parte, López de la Calle Gauna, que ha comparecido en la vista con una camiseta de la selección argentina tras la expropiación de YPF a Repsol, ha reconocido, a preguntas de su defensa, que fue militante de ETA pero que no participó en los hechos porque en ese momento se encontraba en Iparralde (País Vasco francés).


Sin embargo, ha aprovechado su turno de última palabra para reclamar la independencia del País Vasco, contestando al tribunal con un 'Gora Euskal Herria Askatuta' ("Libertad para Euskadi").


En la sesión celebrada ante la sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional también ha intervenido el etarra Ignacio Aracama, 'Macario', que ha reconocido la "paternidad" de los atentados, si bien a preguntas de la defensa ha señalado que no recuerda que el procesado estuviera presente, y ha matizado que si hubiera estado se acordaría.


También ha declarado María Luisa Geñetxea, condenada por colaboración con banda armada, que a preguntas de la acusación particular sobre si alojó en su casa a etarras, ésta le ha respondido que "eso son cosas del marido".


Por su parte, Soledad Iparragirre, 'Anboto', -miembro de la nueva dirección de los presos etarras- también ha declarado hoy y ha echado en cara al tribunal "no querer oír cómo se torturaba en el Estado español en esos años".


Además de la pena de 81 años de cárcel como autor de tres delitos de asesinato terrorista, la fiscal Ana Noé ha pedido que se indemnice con la cantidad máxima que permite la ley a cada una de las viudas de José Vázquez Platas y Avelino Palma Brioa y a los allegados de Ángel Prado Mella.


Para la fiscal y la acusación particular, ha quedado perfectamente acreditada la participación en los hechos de 'Mobutu' gracias al hallazgo de su huella dactilar en el vehículo con el que se cometió el atentado, y al hallar en su poder una de las pistolas usadas para acabar con la vida de los agentes.


Por su parte, la defensa ha pedido la absolución de su cliente. Los terroristas "decidieron dar muerte" a los guardias civiles que iban a dar protección y ordenar el tráfico en una carrera ciclista que se iba a celebrar en Salvatierra durante la celebración de sus fiestas patronales el 4 de octubre de 1980 tras un intento abortado el mes anterior en Salinas de Leniz.