Elecciones en Asturias y Andalucía

Sonrisas de medio lado en Génova

"Estamos flipando", afirmaba un cargo del PP cuando en Andalucía se había escrutado el 80% de las papeletas.

"Estamos flipando", afirmaba un cargo del PP cuando en Andalucía se había escrutado el 80% de las papeletas. Dos horas después, los dirigentes que se han dejado ver ante los periodistas lucían sonrisas de medio lado porque seguían preguntándose qué había pasado sin saber qué responder.


El candidato de los populares andaluces, Javier Arenas, ha logrado algo inédito en el partido, ganar las elecciones autonómicas en esta comunidad, pero no ha podido lograr lo que en Madrid y Sevilla se veía por fin al alcance de la mano: gobernar.


Hasta hace una semana, prácticamente todas las encuestas de los medios de comunicación dejaban al PP muy cerca de los 55 escaños que en el Parlamento andaluz suponen mayoría absoluta, así que, como explica un dirigente del partido próximo a Arenas, había motivos fundados para pensar que se podía alcanzar semejante resultado.


Pero el resultado no ha llegado, y entonces la pregunta era obligada: "¿Esas encuestas eran reales?".


"Lo eran -dice este mismo dirigente- pero al final, parece ser, algunos de los que nos votaron en las municipales y en las generales se han quedado en casa".


Ésta es una de las causas que apuntan, a la espera de análisis más pormenorizados y exhaustivos, varias fuentes consultadas: que no sólo se han abstenido los desencantados con el PSOE, sino también algunos que en mayo y en noviembre de 2011 eligieron al candidato del PP y ahora no.


¿Cómo ha sucedido eso? Las fuentes reconocen "a bote pronto" que el discurso del miedo que "ha exprimido" el PSOE durante estas dos semanas acerca de las reformas económicas y los temibles recortes "ha podido dar sus frutos, supuestamente".


Mañana en Madrid no se prevé ninguna reunión para analizar los resultados, por lo que por el momento las conclusiones se quedan en conjeturas.


La tarde se veía feliz en Génova. Los ministros -José Manuel Soria o Jorge Fernández Díaz, por ejemplo- se dejaron ver a su entrada en la sede con sonrisas más o menos completas, mientras los integrantes de los entornos del presidentes del Gobierno, Mariano Rajoy, y de otros miembros del Ejecutivo se congratulaban de vivir unas elecciones "tranquilas".


Pero a medida que avanzaban los rótulos de las televisiones con el escrutinio, los estados de ánimo amenazaban nubarrones.


Un integrante del área de Organización del PP reconocía su sorpresa al ver que esos 50 escaños de Arenas no variaban a falta del 20 por ciento para llegar al escrutinio completo, en tanto que otro dirigente, instalado en la sede del partido en Sevilla, no podía disimular su desencanto.


La secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha comparecido ante la prensa pasadas las diez de la noche, después de hacerlo Arenas en la capital andaluza y Mercedes Fernández en Oviedo.


Ha insistido en que la victoria en Andalucía es "histórica" -adjetivo que ha repetido en varias ocasiones- y ha eludido describir el ánimo propio y el de sus compañeros, aunque viendo las caras de los dirigentes que han bajado a la sala de prensa resultaba evidente que alegría desde luego no había.


Se abren varios interrogantes a partir de ahora, como si este resultado alterará los planes económicos de Rajoy, lo que las fuentes descartan por completo, o qué futuro se reservará Arenas, pues al menos dos de las cinco fuentes consultadas han reconocido que no le ven liderando la oposición en Andalucía.


Cospedal ha afirmado al respecto que en su momento se hablará de ello si Arenas quiere. Pero la sensación mayoritaria es que para el verano habrá dejado a su heredero al frente del PP andaluz.