Elecciones en Asturias y Andalucía

PP pierde casi 420.000 votos desde las elecciones generales

PSOE pretende preparar un pacto con IU que le deje mantenerse en la Junta de Andalucía. PP busca la causa de su amarga victoria.

Imagen de la celebración de la victoria del PP en Andalucía.
PP pierde casi 420.000 votos desde las elecciones generales
EFE

El PSOE de José Antonio Griñán ha comenzado ya a tantear a IU para preparar el pacto que le permita mantenerse en la Junta de Andalucía, un día después de las elecciones autonómicas que han sembrado el desconcierto en el PP, cuyos líderes se afanan en buscar la causa de su amarga victoria.


Situación bien distinta a la de Asturias, donde los partidos que han obtenido representación permanecen a la espera de saber si el voto de la emigración da un escaño más al PSOE en detrimento del Foro Asturias, lo que dejaría todo en manos del único parlamentario de UPyD.


Nadie se explica en el PP qué ha ocurrido para que en cuatro meses haya perdido en Andalucía casi 420.000 votos desde las elecciones generales del 20N y se haya quedado a un solo punto de distancia de los socialistas.


Unas cifras peores que la peor de las previsiones que manejaba el Partido Popular y de las que vaticinaban todas las encuestas.


Desde Seúl, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha negado que esos resultados supongan "en absoluto" un fracaso, se ha declarado "muy orgulloso" del PP andaluz y de su líder, Javier Arenas, aunque no pueda gobernar, y ha aprovechado para dejar claro que continuará con las reformas porque "España no se puede quedar parada".


Y ha apostillado: "Nunca habíamos tenido un resultado tan bueno; hemos ganado las elecciones (...) Nos hubiera gustado, como es natural y todo el mundo sabe, gobernar, pero nosotros vamos a seguir ahí".


La posibilidad de seguir gobernando en Andalucía ha sido acogida en las filas del PSOE como un balón de oxígeno e incluso como una demostración de que ha comenzado un cambio de ciclo, en palabras de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.


Para el líder socialista, los ciudadanos han marcado al PP unas "líneas rojas" y le han dicho: "Por aquí no", en respuesta a las políticas que está aplicando el Gobierno de Rajoy, sobre todo la reforma laboral, después de haber prometido todo lo contrario en la campaña electoral.


Rubalcaba ha atribuido los resultados a esas medidas del Ejecutivo, en tanto que en el PP algunas fuentes han admitido que Griñán "acertó de lleno" al no adelantar los comicios andaluces porque así "ha podido exprimir el discurso del miedo" a los ajustes.


Javier Arenas no se ha pronunciado este lunes, pero el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, ha asegurado que el candidato continuará en el Parlamento autonómico como líder de su partido porque cuenta con el respaldo de "todos".


Fuera de micrófonos, algunos dirigentes del PP dudan de que Arenas permanezca en la Cámara porque, tras su cuarta contienda electoral, ya "no le quedan fuerzas" para estar más años en la oposición.


"Está bien de ánimo, pero no creo que le apetezca batallar contra un gobierno del PSOE e IU", reconoce a Efe una fuente de ese partido.


Mientras, el PSOE-A ha abierto una negociación con IU para intentar alcanzar un acuerdo de gobierno y dar respuesta de esta forma a la tendencia de izquierdas que mayoritariamente, a su juicio, el pueblo andaluz ha escogido en las urnas.


Griñán ha hecho un oferta de diálogo en la que ha incluido al Gobierno de Rajoy. "No queremos enfrentamientos; vamos a pedir respeto de ida y vuelta", ha garantizado.


Como ya hiciera el domingo, el coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, ha condicionado cualquier hipotético pacto a la aceptación de los compromisos de su programa y ha advertido de que todavía "no hay nada escrito, salvo que IU y PP son agua y aceite", pero el PSOE "también tiene parte de agua, por no decir de aceite".


En Asturias, todo está abierto, a la espera de conocer los resultados del voto CERA, que podrían dar al PSOE de Javier Fernández el escaño 17 y restarle uno al Foro de Francisco Álvarez Cascos, lo que convertiría a UPyD en la llave para decidir si gobierna el bloque de izquierdas o el de centroderecha.


Álvarez Cascos ha dicho que su partido y el PP estaban "condenados a entenderse" desde las elecciones de mayo de 2011 y ha avisado de que en esta ocasión "no valen las abstenciones" sino que será necesario "un compromiso activo".


La líder de UPyD, Rosa Díez, por su parte, ha reclamado gobiernos de concentración y de "grandes pactos" en ambas comunidades que rompan con los tradicionales "bloques" de izquierda o derecha, porque es lo que se necesita en un momento de grave crisis como el actual.


Aprovechando el proceso de negociación y las manos libres que Ferraz ha dejado a sus federaciones regionales, el secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara, ha defendido para su región un gobierno entre su partido e IU, que desaloje al PP de la Junta.