Tata, que ha preguntado a la ministra Reyes Maroto por las ayudas que obtendría si ubica su planta de baterías en Aragón en vez de en el Reino Unido, ya conoce Zaragoza. El grupo indio, líder en la fabricación de automóviles en su país y vigésimo constructor de vehículos del mundo, es un viejo conocido en el mundo industrial de la Comunidad e incluso contó con concesionario donde comercializar sus automóviles.

Tata llegó a España en 2005 con la adquisición del 21% de Hispano Carrocera, fabricante zaragozano de autobuses, con una opción de compra del restante 79% que materializó en 2009. Como cuenta Luis Humberto Menéndez en HERALDO, Manchi V. Raja Rao fue el director general del fabricante de carrocerías tras relevar en el puesto a Gerardo Múgica, miembro de la familia mexicana propietaria hasta entonces. Raja Rao anunció en 2013 el cierre de la factoría, ubicada en La Cartuja Baja, tras registrar en los últimos años cuantiosas pérdidas por la grave caída del sector y las duras pugnas laborales internas. Tata también entró con fuerza a principios de siglo en otras compañías aragonesas como Serviplem y Comoplesa Lebrero, que con el paso de los años, sin embargo, se vieron obligadas irremediablemente a cerrar sus puertas.

Ángel de Castro

Hispano Carrocera, que también se llegó a denominar Tata Hispano, vivió en la capital aragonesa 70 accidentados años como empresa. Lo que empezó como un taller de reparación de camiones en la posguerra, en 1939, dio paso a la configuración de una compañía especializada en el carrozado de autobuses que con el tiempo ha tenido dueños de países tan distintos como Italia, Bélgica, España, México y la India. Su precursor fue un italiano de Nápoles, Vicenzo Angelino, que fundó al final de la Guerra Civil, Talleres Nápoles para reparar camiones.

Tata fue en Zaragoza una firma que trabajó con grandes diseñadores del automóvil como los de Pininfarina, que tuvo a algunos de los mejores profesionales del sector durante años y que conquistó mercados muy diversos y ganó algunos premios.

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Y también fue concesionario de sus modelos indios. Tata sí tuvo en Zaragoza concesionario propio. Se llamó Cuéllar, con José Serón al frente, donde compartía espacio con otras marcas como Ssangyong, Jaguar, Opel y MG Rover. El fabricante indio, que actualmente cuenta con una importante gama de modelos 100% eléctricos de bajo coste, dejó el mercado español en 2015, ante las quejas por la falta de calidad de sus vehículos.

Fábrica de baterías

Responsables del grupo indio Tata mantuvieron el pasado martes un encuentro telemático con la ministra de Industria, Reyes Maroto, en el que le confirmaron que están considerando abrir una fábrica de baterías para coches eléctricos en Aragón. En concreto, la multinacional, propietaria en Europa de las marcas británicas de lujo Jaguar y Land Rover, se debate entre instalar su factoría en la Comunidad o en el Reino Unido. Y aunque trascendieron pocos detalles de la reunión, sí se supo que los posibles inversores se interesaron por las ayudas públicas que obtendrían en caso de decantarse por España.

En este sentido, Maroto no solo trasladó al grupo Tata las ventajas de ubicar en Aragón su futura fábrica de baterías, que permitiría acelerar la electrificación de estas dos marcas comerciales de vehículos, sino que les ofreció el respaldo económico del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), dotado con más de 3.000 millones de euros de los fondos europeos de recuperación.