Mercedes-AMG GT 4 Puertas: Un cupé radical en circuito, pero sutil en carretera
Elegancia, tecnología y dinamismo se dan la mano en el nuevo Mercedes- AMG GT 4 Puertas Coupé. Un modelo capaz de conjugar el uso diario con una deportividad extrema, con unas potencias que oscilan entre los 435 y 639 CV, y una gama de precios que abarca desde los 135.700 a los 195.500 euros.
En 1967, los ingenieros Hans W. Aufrecht y Eberhard Melcher daban vida oficialmente a AMG. Hasta entonces, se habían dedicado a potenciar modelos de Mercedes, empresa para la que trabajaban, en su propio garaje. Pronto llegarían éxitos en forma de victorias deportivas, como la conseguida en las 24 horas de Spa de 1971. Desde entonces, AMG ha sido sinónimo de las versiones más deseadas de la marca de estrella, pero siempre bajo su estricta batuta. No sería hasta 2009, cuando el SLS viera la luz como el primer modelo desarrollado desde su inicio por AMG. A éste se unirían en 2014 la familia GT, y recientemente el modelo probado, el GT 4 Puertas Coupé.
Ángel y demonio. Mencionar Mercedes y AMG supone conjugar elegancia y deportividad. Algo que resume la filosofía de este modelo, pero de forma demasiado somera para todo lo que esconde.
Para empezar, admite hasta cinco pasajeros con un maletero de 456 litros. No es el más amplio, ni tiene la mejor accesibilidad, pero pocos rivales ofrecen tanto espacio con semejantes dosis de deportividad.
En el apartado estético, aunque subjetivo, corroborar que nadie a su paso queda indiferente, más bien con mezcla de asombro y deseo.
Auténtico deportivo
Y en el mecánico, el GT 4 Puertas esconde, en todas sus versiones, un auténtico deportivo en sus entrañas. La inicial 53, equipada con un motor de 6 cilindros y 435 CV de potencia, presume además de poder lucir el distintivo ECO, al incorporar un sistema de micro hibridación. Por encima, se sitúan las versiones 63 y 63S, dotadas con mecánicas de 8 cilindros en V, y potencias de 585 y 639 CV, respectivamente. Cifras más propias de un superdeportivo que de una berlina de calle.
Al volante, lo cierto es que, como si del mismísimo Jekyll y Hyde se tratase, permite tanto una conducción relajada y placentera, como una extremadamente deportiva, en la que por cierto, roza la perfección y facilita el control de toda su caballería. Acelera, frena y tomas las curvas con una efectividad encomiable. La razón, el uso de la tracción total 4 Matic+, que se añade a la dirección trasera activa y el autoblocante con regulación electrónica en las versiones V8.
Recurrir a frenos de material compuesto, sistemas de suspensión regulables, o incorporar hasta cinco modos de conducción, incluyendo en la versión 63S el modo RACE que permite hasta maniobras de drifting, son otros de sus secretos. A ellos se añaden lo último en tecnología y acabados, con unos precios acordes también a su nivel. Desde 135.500 a 195.500 euros.
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