Una guía veraniega para la carrocería de tu coche

Si quieres que tu vehículo esté en perfecto estado durante los meses estivales y ahorrarte algún que otro susto y futura reparación, estos sencillos consejos te serán de gran utilidad.

Coche
Al estacionar el vehículo, es importante buscar lugares que se encuentren resguardados.
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A estas alturas del verano, queda más que claro que las altas temperaturas pueden tener efectos adversos sobre los vehículos. Desde el sobrecalentamiento del motor hasta los cambios de presión en los neumáticos y los consiguientes pinchazos, estos son solo algunos de los males sufridos por los coches durante los adorados meses estivales.

La carrocería, y en concreto la pintura, es otro de los elementos del coche que padece la incidencia del sol. Si no se protege previamente, los rayos solares producen quemaduras en nuestra piel y algo así sucede con el vehículo. Esta puede apagarse o perder su brillo natural, además de que el sol provoca que se queden algunas marcas de suciedad en la carrocería. Por ello, cada vez que se lleve a lavar es conveniente aplicarle una cera que proteja contra los rayos ultravioletas. Otra opción es protegerlo con una lona. Sin embargo, este no es el único obstáculo al que se debe enfrentar el auto. Si eres de esos conductores que han de dejar estacionado su vehículo a la intemperie, esta sencilla guía de cuidados para la carrocería te podrá ahorrar más de un susto.

En primer lugar, conviene que, en la medida de lo posible, busques lugares resguardados del sol para aparcar tu coche. Sitios en los que la pintura no sufra los daños descritos anteriormente.

Asimismo, es conveniente limpiar los excrementos de pájaros o cualquier resto de insectos lo antes posible. Los primeros, una vez se secan, pueden amoldarse a la carrocería del coche.  Además, se trata de una sustancia ácida, por lo que pueden corroer la pintura del coche. Si se dejan demasiado tiempo, pueden resultar difíciles de eliminar dejando una marca en la chapa. Y algo similar sucede con los bichos, a los que es habitual atropellar durante la circulación. Es importante que cuando se realice la limpieza del vehículo se repase el retrovisor exterior, la matrícula y el radiador, entre otras zonas.

Un buen lavado del automóvil forma parte de la rutina de mantenimiento de la carrocería. Según el uso que se le de al coche, es recomendable hacerlo aproximadamente una vez a la semana o cada quince días, sobre todo si se utiliza diariamente y si se deja estacionado en la calle. Pero si fuera necesario, se puede realizar con mayor frecuencia, por ejemplo, si el coche está próximo a la costa, a merced de la oxidación provocada por el salitre. A esto hay que añadir su encerado, el cual es recomendable realizar una vez al año.

Y por último, en caso de producirse un arañazo o una marca, es fundamental que se repare lo antes posible. Estas pueden propiciar la oxidación del resto del armazón y el deterioro de piezas internas del automóvil.

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