El Citroën C4 Cactus se ha alzado con el galardón más preciado en el sector del automóvil de España: el premio Coche del Año, organizado desde 1973 por el diario ‘ABC’ y otorgado por un jurado, del que forma parte HERALDO, compuesto por 36 periodistas de todo el país, especializados en motor y que representan a diferentes medios.

Las 36 prestigiosas firmas del mundo del motor que han dado su apoyo a este coche han valorado su originalidad, tanto en el diseño como en su concepto. Este automóvil incorpora elementos que le dan un carácter único, como los Airbump, que protegen las puertas de pequeños golpes, o el Airbag in Roof, que libera espacio para un mayor confort de todos los pasajeros.

El director general de Citroën y DS para España y Portugal, Alfredo Vila, ha valorado esta distinción con "alegría y orgullo, ya que, además de ser un premio para el Citroën C4 Cactus, que es el primer modelo de la nueva era de la marca, supone un espaldarazo al intenso trabajo de nuestros equipos comerciales, que lo están convirtiendo en un éxito de ventas. Tampoco podemos olvidar al Centro de Producción de PSA Peugeot Citroën en Madrid, que lo fabrica para todo el mundo, y a los equipos industriales que lo han desarrollado. Este galardón también es para ellos".

A años luz

El número de votos recibidos por parte de los jurados del coche del año a favor del ganador ha sido aplastante, ya que ha dejado a sus más directos seguidores, el Renault Twingo y el Hyundai i20, segundo y tercero, respectivamente, a una gran distancia. El C4 Cactus conseguía 133 puntos, mientras que los dos siguientes llegaban a 33 y 31.

Fue en 1972 cuando ‘ABC’ tuvo la iniciativa de crear el galardón a través de su sección semanal Mundomóvil. Desde entonces, este premio ha ido ganando prestigio e interés y aumentando el número de jurados a lo largo de los años (en un primer momento fueron únicamente 13), si bien durante los últimos se ha realizado una nueva selección.

El primer merecedor del premio fue el Renault 5, que a lo largo de los años ha dejado paso a todo tipo de vehículos, la mayoría de grandes ventas, algunos por su concepto, en ocasiones innovador, y otros, simplemente, por lo curiosos que resultaban. Lo que nunca ha ocurrido es que un coche de lujo o un superdeportivo consiguieran encaramarse ni siquiera al podio.

En aquella primera edición (1973), el panel de votación lo integraron, además del ganador, cuatro vehículos: Seat 127, Citroën Dyane 6, Austin Victoria y Simca 1.200-S. Poco a poco, fue creciendo el jurado, para elegir el Mejor de 1974 ya votaron 24 periodistas; y 34, en el premio de 1975.

El número de coches creció despacio y en la década de los setenta eran cuatro o cinco, puesto que, en aquella época, con las importaciones de automóviles contingentadas (no se podían traer todos los coches que se querían), las principales novedades se centraban en los fabricados en España, que no eran muchos.

En las primeras ocasiones, al ser pocos los modelos, el jurado concedía sus votos a cuatro aspectos: técnica, estética, prestaciones y economía, cuya suma era la valoración final de cada modelo.

En la actualidad, las novedades son tantas que es necesario establecer un riguroso criterio para evaluar qué coches han de considerarse como nuevos, cuáles son aquellos que tienen valor añadido en su diseño o cuentan con cambios en la carrocería, mecánica y sistemas de seguridad que los diferencia con claridad del modelo al que sustituyen ese año.

Volver al suplemento de motor.