Motor

El panorámico Fiat 500L

Fiat ataca el segmento de los monovolúmenes compactos con el 500L, una maximización del tradicional urbano del fabricante italiano.

Fiat acaba de poner en el mercado el 500L, un monovolumen compacto derivado del coqueto y pequeño 500. Comparte con él ciertos rasgos estilísticos, pero con una funcionalidad mucho mayor. Es como si se hubiera maximizado el pequeño urbanita para adaptarlo a las necesidades de una típica familia que necesita espacio para cinco ocupantes y su equipaje. Se lanza con un solo nivel de equipamiento, muchos extras y posibilidades de personalización, así como motores de gasolina, de 95 y 105 cv, y un diésel de 85.


Fiat ha resumido la L que acompaña al 500 en este coche de una forma muy simple, basándolo en tres pilares: 'large', entendida como funcionalidad y espacio; 'light', cuando ligereza significa tecnología fácil y respeto por el medio ambiente; y 'loft', porque ofrece un entorno que marca tendencia, en el que vivir con plenitud nuestro tiempo. Ese es el resumen que Fiat hace.


Quienes se encuentren con un 500L por la calle pensarán, a simple vista, que se trata de un vehículo mucho más pequeño de lo que realmente es. A priori parece que se ha recrecido la carrocería de un 500. Pero nada más lejos de la realidad. Su estructura mide 4,15 metros de largo, lo mismo que cualquier otro monovolumen compacto del mercado. No obstante, la mayor sorpresa llega cuando se accede a su interior. Un espacio muy diáfano, con decoración típica del fabricante italiano, que encuentra su mejor aliado en la luminosidad. Tal es así que hacer un giro panorámico de 3600 dentro del coche es un espectáculo. La zona acristalada es muy grande, con pocas zonas en las que no haya visibilidad. A eso hay que añadir un techo de cristal, también panorámico, que permite que la luz inunde todo el inmenso habitáculo.


El espacio es tremendamente cómodo para que cinco pasajeros viajen con la holgura necesaria y en el maletero dispongan de espacio suficiente para su equipaje (400 litros). Así que, lo que en principio podría tomarse como un vehículo con el que abordar la ciudad, se convertirá a buen seguro en un aliado de largas escapadas de fin de semana.


Y esto se ha conseguido, sobre todo, con la formulación general de la arquitectura del vehículo, que sigue los principios del diseño 'cab forward' (cabina adelantada), de los que deriva la reducción de la sección de la misma y del capó, con ventajas en la disponibilidad de espacio en el interior, en particular a la altura de la línea de cintura y del techo.


Fiat 500L también es funcional, como lo demuestran las 1.500 configuraciones del espacio interior, unidas a los 22 compartimentos de diferentes tamaños y al salpicadero convenientemente diseñado para agrupar en dos zonas distintas, pero contiguas, el cuadro de instrumentos y los principales mandos de los dispositivos de audio e informáticos.

Asientos configurables

Contribuyen al máximo confort a bordo los numerosos ajustes de los asientos, empezando por el del conductor que brinda, de serie, la configuración longitudinal y la reclinación del respaldo, mientras, como opcional, puede estar calefactado y puede regularse tanto en altura como a nivel lumbar, mediante un accionamiento eléctrico. En cambio, el asiento del pasajero delantero puede dotarse de respaldo abatible hacia delante, en forma de mesa.