Fórmula magistral

Nissan lanzó, en noviembre del año pasado, la cuarta generación de su utilitario Micra, un modelo que rompió totalmente con el estilo de su predecesor, ya que dejó de lado su componente chic y su originalidad de líneas, para pasar a apostar por la sencillez y uso práctico. Ahora, lo redondea con un nuevo motor tricilíndrico con turbo.

Por tamaño, el Micra actual es casi igual de ancho y alto que el modelo al que sustituye, pero ha crecido 6 cm de largo, mientras que por maletero lo mejora ligeramente. Con estas cotas el nuevo Micra se sitúa en tamaño un escalón por encima de los urbanos tipo Fiat 500 o Nissan Pixo, pero algo por debajo de los conocidos utilitarios europeos (todos de ellos de 4 metros en adelante). Así las cosas, la mayoría de los rivales más directos, por medidas, son igualmente de procedencia oriental, como por ejemplo los Toyota Yaris, Suzuki Swift, Mazda 2 o Hyundai i20 entre otros.

Inicialmente, la gama llegó con una única motorización de gasolina y 80 cv de potencia, pero ahora (a partir de septiembre) crecerá con un interesantísimo motor de tres cilindros turboalimentado. La denominación utilizada es 1.2 DIG-S, que combina tecnologías como la inyección directa, la sobrealimentación por turbocompresor o el sistema de arranque y parada que apaga el motor cuando el coche se detiene.

De esta forma, con sus 1,2 litros de cilindrada, el nuevo Micra desarrolla 98 cv de potencia y 141 Nm de par, es capaz de ofrecer unas prestaciones más que respetables (180 km/h y 11,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h) y sus cifras de consumos y emisiones resultan bajísimas (4,1 l/100 km y 95 g/km de CO2).

A igualdad de equipamiento cuesta 1.200 euros más que la versión básica con motor atmosférico 1.2 de 80 cv, una diferencia que merece la pena pagar, ya que gasta casi un litro menos cada cien kilómetros y acelera mucho más rápido, ya que invierte 2,4 segundos menos en el registro de 0 a 100 km/h.

De serie, el Micra 1.2 DIG-S cuenta con una caja de cambios manual de cinco velocidades, aunque opcionalmente podrá venir equipado con un cambio automático CVT, que, no obstante, le penaliza sensiblemente en prestaciones y consumos.

A nivel estético, la carrocería de cinco puertas de esta versión turboalimentada se diferencia de la básica por un nuevo alerón trasero en el techo y un labio inferior en el ‘spoiler’ frontal, elementos aerodinámicos estos con los que el coeficiente Cx baja de 0,33 a 0,29. Por lo demás, nada de logotipos externos ni otros cambios estéticos, ya que la única leyenda que exhiben ambas versiones mecánicas es Pure Drive.

Y por lo que se refiere a equipamientos, se ofrecen los acabados Visia, Acenta y Tekna; todos con los ABS, ESP, airbags frontales, de cortina y laterales, Start & Stop, ordenador de viaje y el aire acondicionado como elementos principales. En el Acenta se añaden llantas de 15”, el volante forrado en cuero y un mejor equipo de audio.

El tope de gama es el Tekna, que mejora su dotación estándar con unas llantas de aleación, un navegador integrado con pantalla táctil de cinco pulgadas y asistente de aparcamiento PSM, que ayuda al conductor a calcular si un espacio en la calzada es lo bastante grande para aparcar.