Máximo apoyo y atención del área deportiva a Milla

Juliá y Valentín, director deportivo y secretario técnico del Real Zaragoza, no dejan solo ni un segundo al entrenador en su momento más difícil.

Juliá y Valentín, en una esquina del graderío de La Romareda, presenciaron el entrenamiento del equipo con Milla el pasado jueves.
Juliá y Valentín, en una esquina del graderío de La Romareda, presenciaron el entrenamiento del equipo con Milla el pasado jueves.
José Vidal

Luis Milla no está solo en el duro trance que está atravesando esta semana. Narciso Juliá y Albert Valentín, cabezas visibles del área deportiva del Real Zaragoza, no lo han dejado ni un solo día solo y son dos puntales morales en la tarea de reconducir de un solo golpe la negativa dinámica en la que se ha sumido el equipo en el último mes de competición (dos empates y tres derrotas en las cinco jornadas más recientes). El director deportivo y el secretario técnico apoyaron a Milla ante el Consejo de Administración de la SAD el pasado lunes, cuando los dirigentes analizaron la envergadura y el calado de la crisis que envuelve al equipo en este último tramo de la liga. Y, acrecentando lo que ya ha sido habitual desde el verano, su presencia en los entrenamientos del primer equipo ha sido un hábito. Un gesto de respaldo en días complicados de digerir para el técnico de Teruel.


El entrenador aragonés, que concluirá el tránsito de siete días de máxima tensión con el decisivo partido del domingo al mediodía en Valladolid, busca y necesita imperiosamente la victoria después de cinco jornadas sin lograrla. Su continuidad en el puesto de entrenador está en entredicho como consecuencia del inevitable efecto nocivo en la clasificación que ha generado una pésima racha en la que el Real Zaragoza solo ha logrado 2 de los últimos 15 puntos disputados y, por ello, a causa también del ambiente de dudas que rodea al equipo con el paso del último mes de deterioro en el juego y la rentabilidad sobre el césped.


Milla cuenta, como él mismo ha presumido públicamente, con el apoyo de los pesos pesados del vestuario. "Los jugadores están conmigo", declaró en cuanto comenzaron a asomar las primeras grietas en su suelo tras la derrota en Sevilla de hace dos semanas. También con el crédito extremo de Juliá y Valentín, hasta el límite que el fútbol y los directivos de la SAD puedan otorgarle de no mediar la pretendida y deseada reacción en Valladolid. No es, por lo tanto, un acto desesperado o suicida el hecho de que Luis Milla dirija en estas circunstancias al Real Zaragoza en el estadio de Zorrilla. El turolense aún está a tiempo de devolver al cauce debido al descarrilado equipo zaragocista que tutela. Juliá, Valentín, también Luis Carlos Cuartero, el director general, confían en que así sea. Y Milla lo ha sentido de cerca durante toda la semana. Eso sí, no queda demasiado margen de maniobra para el preparador aragonés. No ganar en Valladolid originará una realidad complicada de masticar. Por ejemplo, en la clasificación, donde el equipo está ahora a solo 2 puntos de la zona de descenso a Segunda B.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión