​Matemáticas y Física, los huesos que más se atragantan en la selectividad

Además de Química, suelen ser las asignaturas con menos aprobados sobre presentados entre los alumnos.

Alumnos de Bachillertao realizan sus pruebas de Selectividad.
Alumnos de Bachillertao realizan sus pruebas de Selectividad.
Efe

Matemáticas II y Física, asignaturas del Bachillerato de Ciencias y Tecnología, presentan las tasas más altas de suspensos de la Selectividad, pues en torno a la tercera parte de los que se examinan de ellas no consiguen aprobarlas.


Según datos oficiales de las convocatorias ordinarias de 2013, 2014 y 2015, suelen ser las asignaturas, además de Química, con menos aprobados sobre presentados entre los alumnos que las eligen en la fase general (obligatoria) o en la específica (voluntaria para subir nota).


La presidenta de la Comisión de Educación del Comité Español de Matemáticas (Cemat), Raquel Mallavibarrena, advierte del riesgo de convertir una asignatura en la preparación de un examen, en este caso la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU).


"En las aulas de la asignatura Matemáticas II hay alumnos con pretensión de estudiar carreras de Ciencias o Ingeniería e incluso Económicas o Magisterio, pero ello no quiere decir que todos tengan la misma capacidad de trabajo y de aptitud matemática y las mismas motivaciones para elegir dicha asignatura", explica.


Señala que las pruebas de la Selectividad están "muy estandarizadas", así que los estudiantes tienen modelos de referencia para preparar los exámenes.


"Tiene el peligro de que, durante segundo de Bachillerato, las clases de Matemáticas puedan convertirse -precisa- en preparatorias del examen, con el riesgo de aprender rutinas y procedimientos más que comprender en profundidad los conceptos y los problemas propuestos".


Reconoce que las asignaturas de Matemáticas son, desde siempre, difíciles para los estudiantes en general.

Subraya que su enseñanza y aprendizaje tienen que garantizar, ya desde la Primaria y la ESO, la comprensión de los estudiantes para que tengan sentido los algoritmos y los procedimientos de cálculo.


"Si no es así, tendremos estudiantes que no podrán avanzar ni mejorar sus resultados", ya sea en la PAU como en cualquier otra etapa de sus estudios", asegura.


A pesar de todo, puede resultar paradójico que los dobles grados de Matemáticas y Física de varias universidades tengan las notas de corte (de acceso) más altas de España, superiores a 13 puntos sobre 14 posibles en la Selectividad, según información de la Real Sociedad Matemática Española.


Sobre esta circunstancia, Mallavibarrena comenta que, al lado de las notas bajas, hay también un porcentaje significativo de puntuaciones altas, de estudiantes con muy buenas cualidades.


"Los grados y dobles grados universitarios con fuerte contenido matemático -añade- reciben cada año a muchos de estos alumnos, que logran con frecuencia un gran rendimiento y un prometedor futuro como profesionales altamente cualificados, investigadores excelentes".


Y en el caso de Física, los porcentajes de suspensos son los normales, aunque llamen la atención, apuntan desde la Real Sociedad Española de Física (RSEF).


Para alguien ajeno a la Selectividad, puede resultar sorprendente que un 33 % de los alumnos no aprueben, pero es la "cruda realidad", constata el secretario general de la RSEF, José María Pastor Benavides.


Catedrático de Física y Química en el instituto Pérez Galdós de Madrid, cuenta que ha corregido recientemente 150 exámenes de la PAU en la Universidad Autónoma y han suspendido "exactamente" un tercio de los alumnos; otro tanto han obtenido una nota de entre 5 y 8; y el resto, entre 8 y 10.


En declaraciones, apunta factores que pueden influir como la disparidad de los centros de Bachillerato de los que proceden los alumnos y los orígenes diferentes del profesorado por su formación académica universitaria.


Además, indica que el programa que deben aprender los alumnos es extenso y, por tanto, exigente para una etapa de solo dos cursos, pero que hay que explicarles completamente.


"Realmente el salto entre cuarto de la ESO y el Bachillerato es muy fuerte, y en dos años los alumnos tienen muchas dificultades para alcanzar una madurez", subraya.


También comenta que puede haber diferencias entre las comunidades autónomas sobre las preguntas que se formulan y los problemas que se plantean en la PAU.


Por su experiencia, según comenta Pastor Benavides, las pruebas de Física están siendo muy ajustadas a lo que se espera de los estudiantes y las notas medias han subido en los últimos años.

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