Aragón acoge desde el martes a nueve refugiados sirios procedentes de Grecia, pero la Comunidad ha dado cobijo en los últimos años a cientos de personas llegadas desde diferentes países. En concreto, según datos facilitados por la asociación Accem, 240 extranjeros solicitaron asilo el año pasado (100 de ellos en Zaragoza y el resto, en Huesca).

Los nueve refugiados que llegaron a Aragón el martes por la tarde forman parte de las primeras 20 personas que España ha acogido desde Grecia dentro del programa de reubicación europeo. Sin embargo, Accem hace hincapié en que la Comunidad aragonesa ha recibido a muchos otros refugiados, incluidos los 36 de origen sirio que llegaron el año pasado a Aragón por sus propios medios sin respaldo gubernamental. Mientras, en lo que va de 2016, esta entidad ya ha atendido a 42 refugiados de todas las nacionalidades (un gran número de ellos ucranianos y los tres sirios que llegaron el martes por la tarde).

La Secretaría General de Inmigración tiene un plan de acogida para personas solicitantes de asilo y protección internacional. Tres oenegés se encargan de gestionar este sistema de protección en las comunidades autónomas, en colaboración con el Gobierno: Cruz Roja, Accem (con sede en Aragón desde octubre) y CEAR (no tiene presencia en Aragón).

Las entidades son conscientes de la necesidad de ayudar a estas personas que por motivos políticos, religiosos o sociales deciden abandonar su país y apuestan por asentarse en otro donde empezar una nueva vida. Accem consiguió el año pasado duplicar sus plazas libres para ayudar a estas personas: de las 18 en principio disponibles ya cuenta en estos momentos con 36. Mientras, el coordinador autonómico de Cruz Roja también reconoció el martes que estaban negociando ampliar el número de vacantes para poder recibir a más refugiados.

Las entidades no solo ofrecen apoyo logístico y administrativo para regularizar su situación, sino que acompañan a los refugiados durante su integración en la sociedad y les asesoran sobre cualquier cuestión. La tutela de estas organizaciones puede prolongarse entre los 18 y 24 meses, dependiendo de la vulnerabilidad de las personas.