La espera para la vacuna de la meningitis aumenta tras los últimos casos

Los farmacéuticos tranquilizan a la población y recuerdan que la prevalencia es muy baja.

Una farmacéutica muestra la caja en la que se dispensa la vacuna de la meningitis B.
Una farmacéutica muestra la caja en la que se dispensa la vacuna de la meningitis B.
F. Jiménez/HA

Si en verano se solventaban buena parte de los problemas generados en Aragón por el desabastecimiento de la vacuna de la meningitis B, ahora la situación ha vuelto a retroceder. Tras los dos últimos casos de meningitis en Zaragoza (un niño y una niña, sin relación aparente entre ambos, tuvieron que ser ingresados durante la primera quincena de octubre), la demanda ha vuelto a crecer. “Durante el verano, con la llegada de las vacunas y las vacaciones, la situación estuvo más tranquila; pero con la vuelta al colegio y los casos de meningitis que se han detectado, la demanda ha vuelto a aumentar”, especifica Raquel García, secretaria del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.


La previsión de llegada de vacunas es constante y, según especifica García, se intenta que lleguen de manera equitativa a todas las farmacias. Sin embargo, con el repunte de la demanda vivido en los últimas semanas, la lista de espera (que no llegó a desaparecer totalmente) ha vuelto a crecer. “No sabemos exactamente cuál es el tiempo de espera medio, ya que en unas farmacias puede ser quince días porque no hay muchos niños en la zona y en otras puede llegar a los tres meses”, subraya García.


Por ejemplo, en una de las farmacias del área de salud de Independencia acaban de recibir dos dosis de esta vacuna y ya tiene preparado el teléfono para llamar a la primera familia que está en la lista de espera. “De momento tengo alrededor de una decena de vacunas pendientes. Algunos llevan esperando una semana, pero de media se suele tardar un mes”, sostiene. García también reconoce que hay padres que se apuntan en varias farmacias en busca de la vacuna que llegue más rápido, por lo que “hasta que no les llamas y te dicen que ya la tienen, no ves en realidad cuál es la lista de espera”.


No obstante, recalca que en estos momentos, a pesar de los dos casos de meningitis diagnosticados este mes (en los que uno de ellos sí que era del tipo B), no hay una necesidad imperiosa de vacunarse. “La prevalencia de la enfermedad es baja por lo que recibir la vacuna ahora o dentro de dos meses no es relevante siempre y cuando no haya factores de riesgo”, puntualiza. De hecho, durante 2014 y 2015 solo se diagnosticaron tres casos de meningitis B en Aragón (de 85, 12 y 3 años de edad, respectivamente), sin ningún fallecimiento. Esta enfermedad puede generar secuelas físicas e incluso la muerte en los casos más graves.


Asimismo, García recuerda que cuando aparece un paciente con esta enfermedad, lo que se hace es dar el tratamiento (y no la vacuna) a todas aquellas personas que hayan tenido un contacto directo con el enfermo.

Un problema sin rápida solución

La vacuna de la meningiuitis B, comercializada bajo el nombre de Bexsero, se puso a la venta hace justo un año, pero debido a la alta demanda existente en el momento, el laboratorio encargado de su distribución no pudo hacer frente a ella y hasta verano hubo un desabastecimiento casi total. La vacuna consta de dos dosis que se deben suministrar con unos dos meses de diferencia. Por ello, tanto los pediatras como los farmacéuticos recomiendan comprar ambas dosis a la vez para evitar problemas de desabastecimiento en el futuro. El coste de cada una de ellas asciende a 106,15 euros.


Según recuerdan desde el Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, durante este año y el siguiente se pondrán a la venta en España 1,7 millones de vacunas anuales. Una cifra que ascenderá hasta los 2,4 millones en 2018, lo que supone alrededor del 70% de la producción europea. “Con estos datos y la alta demanda existente en estos momentos no se prevé que el problema de las listas de espera se vaya a solucionar hasta dentro de unos meses. A partir de ese momento, esperamos que la situación se normalice”, puntualizan.


La vacuna, para la que es necesaria la prescripción médica, no puede ponerse al mismo tiempo que otras debido a los efectos secundarios que puede generar, como es el caso de fiebre alta y síntomas similares a una gripe.

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