Los trabajadores de la BRIF evidencian "hacinamiento" y desperfectos en la base

La plantilla difunde imágenes para mostrar cómo se encuentran los vestuarios, baños y dependencias comunes de la sede de Lubia en la que trabajan. cedidas por los trabajadores.

Así es la base de la BRIF en Lubia
Así es la base de la BRIF en Lubia

Los trabajadores de la BRIF de Lubia pretenden demostrar con fotografías que las condiciones de la base en la que trabajan dejan mucho que desear. Hablan directamente de "hacinamiento" en unas instalaciones que tachan de viejas, incómodas y poco funcionales para el desarrollo de sus tareas. Incluso denuncian situaciones escasamente salubres. "Ropa de corte, de deporte o de incendio en unas taquillas que dejan mucho que desear dentro de vestuarios muy pequeños en los que nos cambiamos y duchamos y con escasa ventilación", relatan a este periódico fuentes de la plantilla, que reconocen hartazgo por tener que trabajar así.

El módulo original, remarcan, tiene capacidad para una veintena de brigadistas, "no para los 50 que somos". El habitáculo, construido hace poco más de una década, se levantó ya siendo pequeño, dicen. La cocina, ejemplifican, es mínima. Pero sus quejas principales no se basan en la distribución sino en las condiciones.

Aseguran que hay plaquetas del suelo rotas, ventanas "que ni abren", enchufes de luz destrozados, la vitrocerámica rota durante años y hasta duchas sin alcachofa en unos baños "desastrosos". El agua ni siquiera es potable en toda la base, como se advierte en varios carteles. Las toallas limpias se entremezclan entre la ropa de trabajo colgada sobre las taquillas, unas sobre otras "sin espacio suficiente" para que todos puedan cambiarse a la vez. "Nos tenemos hasta que salir a la calle. No cabemos todos. Las imágenes muestran el nivel de hacinamiento que padecemos. Este módulo está pensado como mucho para 20 personas y no para 50 como estamos. Es un auténtico desastre, de vergüenza".

Los trabajadores han presentado varias denuncias ante la Inspección de Trabajo. El Ministerio de Medio Ambiente, titular de las instalaciones, pretende desde hace años llevar a cabo una reforma que no acaba de llegar. La empresa adjudicataria, Tragsa, expone la plantilla, "se escuda en la próxima construcción de un nuevo edificio y ha dejado totalmente de realizar el mínimo mantenimiento".

Los trabajadores creen que fruto de sus denuncias se agregaron el pasado verano dos módulos prefabricados que tampoco han resuelto las deficiencias. "Ni siquiera son nuevos", lamentan. "Hace frío y hay olores. Sólo hay baño en uno, que es el que utilizan las trabajadoras para cambiarse. Porque en los del edificio principal ni siquiera hay baños masculinos y femeninos diferenciados", añaden desde Lubia.

El ministerio tiene intención de acometer la mejora este mismo año, de lo que en la base recelan. Prevén que al menos la campaña de extinción de verano tendrán que vivirla en estas condiciones que tildan de "vergonzosas".

> El Gobierno aseguró hace unos días que reformará las instalaciones de la BRIF este año

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