Solo Ciudadanos, que apoyará la investidura de Mariano Rajoy, ha sido condescendiente con la intervención del líder del PP, atribuyéndose el mérito de su cambio de rumbo, mientras el resto de fuerzas políticas han arremetido contra el candidato por su discurso "triunfalista y de trámite".

También ha sido una sesión en la que el PSOE ha tenido que escuchar muchos reproches de otros grupos de la oposición por plegarse a facilitar que Rajoy repita en el Gobierno, ataques sobre todo por parte de Podemos y los independentistas catalanes.

Los socialistas han dejado claro, según ha dicho después la secretaria general adjunta del PSOE en el Congreso, Isabel Rodríguez, que se abstendrán el sábado por responsabilidad, pero por ellos estarían votando "eternamente no" a Rajoy.

Ha sido una de las que ha criticado el "triunfalismo y la autocomplacencia" del candidato del PP, pero sobre todo ha tratado de argumentar la abstención socialista al afirmar que "el país necesita desbloquearse" para acabar con un ejecutivo en funciones que dura más de 300 días.

Desde Podemos, su secretario general, Pablo Iglesias, ha señalado que la investidura es "un trámite", y ha avanzado que él mañana intentará elevar el nivel y se presentará como alternativa a la "triple alianza" -PP, PSOE, Ciudadanos- que dará el Gobierno a los populares.

Además, ha calificado de "algo bochornoso" que el presidente en funciones haya instado a los diputados a leer el diario de sesiones para conocer su programa de gobierno.

También ha comentado la intervención de Rajoy el portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Íñigo Errejón, quien le ha advertido de que seguirá teniéndoles enfrente si no enmienda sus políticas fallidas, criticando de paso que hoy haya llegado a la tribuna "con el mismo guión" que trajo en agosto.

Y al PSOE, Errejón le ha avisado de que le será muy difícil liderar la oposición y al mismo tiempo "poner a Rajoy en la Moncloa".

Muy duros con el presidente en funciones han sido los nacionalistas catalanes, como el portavoz del PDECat, Francesc Homs, quien ha criticado a Rajoy por fijar los fundamentos del "nuevo trío de las Azores", formado, a su juicio, por PP, PSOE y Ciudadanos y que tiene como "cimiento" a Cataluña.

Homs cree que ha intentado imponer una nueva realidad política como continuidad de la mayoría absoluta que ya no posee el PP y, por otro lado, piensa que ha planteado el tema catalán como una pura confrontación.

Desde ERC, Joan Tardà ha asegurado que esta semana de investidura es la de la "pasión y muerte" de Pedro Sánchez y de "la resurrección" de Mariano Rajoy, subrayando que es un momento de "vergüenza para el PSOE", si bien ha expresado su solidaridad con los votantes socialistas "porque les han vendido los barones".

Más en clave territorial se ha pronunciado el portavoz del PNV, Aitor Esteban, al afear a Rajoy que no haya hecho "ni un guiño ni un movimiento de abanico seductor" que le haya hecho pensar en un cambio de actitud para acercarse a Euskadi. Solo busca acuerdos con los partidos "constitucionalistas", ha subrayado Esteban, quien ha repetido varias veces que la sociedad vasca demandaba un cambio de actitud en el Gobierno.

Como "una faena de aliño", ha tachado el discurso de Rajoy el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, a quien le ha parecido que el candidato popular no ha intentado seducir a nadie y que si gana es por "agotamiento".

Ciudadanos ha sido el más condescendiente con Rajoy y además ha aprovechado para presumir de imponer al PP "su hoja de ruta" con las 150 reformas del pacto de investidura firmado en agosto, tal como ha recordado el portavoz, Juan Carlos Girauta.

Girauta ha dicho que ha visto a Rajoy "correcto pero autocomplaciente", aunque sí ha apreciado "un cambio de rumbo" en sus palabras, marcado -a su juicio- por ese acuerdo con la formación naranja suscrito en agosto.