Las cinco últimas proyecciones del INE coinciden: Soria caerá de las 88.000 personas en 2020

Las estimaciones del INE desde 2011 acertaron al vaticinar 90.000 habitantes al inicio de 2016.

El Collado, en una imagen de archivo.
El Collado, en una imagen de archivo.
Luis Ángel Tejedor

Las cinco últimas proyecciones oficiales de población coinciden al dibujar un escenario de menos 88.000 sorianos en poco más de tres años, lo que supondría perder aproximadamente otras 2.500 personas hasta 2020, unas 800 cada anualidad. Se trata de estimaciones efectuadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 2011 y 2016. Pese a haberse realizado en condiciones económicas bien distintas (en 2011 la tendencia era de destrucción de empleo y en 2016 de creación de puestos), hasta los extremos presentan pocas discrepancias. La primera prevé 87.978 habitantes y la segunda 87.738 el 1 de enero de 2020, frente a los 89.994 reflejados a 1 inicio de 2016 en el registro provisional del padrón. Asimismo, los dos estudios cuyas apreciaciones llegan hasta 2023 se asemejan al indicar que la población oscilará entre 85.300 y 85.500 empadronados.


Los informes anuales publicados entre 2008 y 2013 desarrollan proyecciones a una década vista, mientras que los dos últimos (2014 y 2016) llevan a cabo un cálculo a más largo plazo, alcanzando 16 ejercicios. No en vano, el más reciente, publicado hace un mes, llega a empeorar los registros del primero a partir de 2025. De este modo, la previsión anterior indicaba que la provincia tendría 82.504 personas en 2029, cifra rebajada hasta las 81.608 en el informe posterior, que deja un contexto de 80.446 habitantes en 2031. Significaría perder casi 10.000 individuos, nada menos que el 10%.


El profesor titular de Análisis Geográfico Regional del Campus Duques de Soria, Jesús María Bachiller, recuerda que todas las proyecciones del INE se ejecutan en base a los criterios demográficos y económicos del momento, aunque reconoce que es significativo que los cinco últimos indiquen unos datos prácticamente coincidentes para 2020.


Sí que se han dado predicciones que chocan con la actualidad. Por ejemplo, el INE estimaba en 2008 que en 2016, la provincia tendría más de 95.500 residentes si bien la actualidad es bien diferente con menos de 90.000 al comienzo de 2016. Aunque "como la coyuntura cambia, también lo hacen las proyecciones", indica el docente universitario. De hecho, los posteriores estudios sí se han ido ajustando progresivamente a lo real. Incluso los de 2011 y 2012 han terminado por dar en el clavo: la provincia se desangra hasta el punto de precipitarse de la barrera de los 90.000 individuos. Es decir, que las diferentes proyecciones han ido corrigiendo a la baja las estimaciones. Hay que tener en cuenta que el INE remarca que tales cifras se lanzan considerando que en el periodo se mantendrían las condiciones del momento.


Bachiller explica que la "muy favorable" coyuntura de la que gozaba la provincia a comienzos de siglo, con un "importante" crecimiento del PIB y de creación de puestos de trabajo, permitió incrementar exponencialmente la población. Sobre todo, dice, sujetada por la llegada de población extranjera, circunstancia que se dio en todo el país. Hubo un momento en el que el 10% de los ciudadanos de la provincia procedían de otro país. Y eso, en un lugar tan envejecido como Soria, supuso un gran impulso demográfico. La llegada de estas personas, "generalmente jóvenes y natalistas", permitió a la provincia rozar los 100.000 habitantes.


Pero la crisis truncó cualquier aspiración. Aunque técnicamente en España estalló en 2008, los peores efectos en Soria se sintieron algo después. Hasta 2013 se perdieron más de 4.000 empleos y 1.000 empadronados. Pero desde 2013, pese a generarse más de 2.500 puestos, la población se ha reducido en unas 3.500.


Semejante pérdida poblacional se explica en que se registran más muertes que nacimientos pero también en la enorme salida de personas hacia otros territorios españoles o internacionales en busca de oportunidades cuando detectaron que Soria no se las brindaba. Extranjeros y también sorianos, la mayoría menores de 30 años, dejaron atrás la provincia. En este sentido, existe un registro demoledor. Los afiliados a la Seguridad Social menores de 30 años eran más de 7.000 en 2008. Hoy, ocho años después, son únicamente 4.000.En las grandes urbes

Bachiller explica que Soria, al igual que otras muchas provincias españolas, sufre un mal añadido. "La gente, en general, no quiere instalarse en el medio rural o en ciudades pequeñas. Hay una cultura urbana muy extendida", declara. Y eso es precisamente lo que provoca los graves desajustes territoriales. Existen grandes concentraciones en determinados puntos y gran dispersión en zonas mucho más amplias geográficamente.


El especialista universitario destaca que el cumplimiento o desacierto de las proyecciones para los próximos años dependerá enteramente de la capacidad de desarrollo de la economía. Si, como los diferentes organismos apuntan, España sigue en la dinámica del crecimiento mínima del 2,5% y se prolonga y amplía, la situación cambiará notablemente y los niveles de población mejorarán. También en Soria, recalca, donde en el último ejercicio se han creado más de 1.200 empleos. Si esta dinámica es sostenida, repercutirá en los habitantes. Quizá no para incrementar la población pero sí para frenar la sangría que esbozan las proyecciones.


Al margen de industrializar la provincia, Bachiller recomienda explotar más el turismo y los recursos endógenos (agricultura, forestal, gastronomía...). Y también reforzar todo tipo de infraestructuras (viarias, polígonos, telecomunicaciones...) y potenciar la colaboración entre los municipios y entre los empresarios sorianos.

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