Las asignaturas troncales supondrán más del 70% del horario en ESO y Bachillerato

En septiembre continuará la implantación de la Lomce en 2º, 4º y 6º de Educación Primaria y comenzará en 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato.

Una clase de un instituto de la capital
Una clase de un instituto de la capital
Mariano Castejón

Sendas órdenes, que este viernes publica el Bocyl, regulan la implantación y desarrollo de las etapas de la ESO y Bachillerato en Castilla y León que recogen que las asignaturas troncales supondrán más del 70% del horario, frente al 50% de mínimo que marca la ley nacional.


Además, según ha detallado la Consejería de Educación en un comunicado de prensa, también se desarrolla el contenido del decreto por el que se establece el marco del gobierno y autonomía de los centros docentes en la Comunidad.


A partir del próximo mes de septiembre, continuará la implantación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en 2º, 4º y 6º de Educación Primaria y comenzará en 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato.


Las dos órdenes establecen el currículo y regulan la implantación, evaluación y desarrollo de las etapas de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato en todos los centros docentes que imparten dichas etapas en la Comunidad, cuya implantación comenzará a partir del próximo mes de septiembre para los cursos 1º y 3º de ESO y 1º de Bachillerato.


Estos currículos, según la Consejería, son fruto de un intenso trabajo en el que han participado profesores de Educación Secundaria de diversos centros educativos, tanto de titularidad pública como privada, de las diferentes especialidades y docentes universitarios en el caso de Bachillerato.


Como novedades comunes a las dos etapas, la nueva normativa establece un cambio en la consideración de los contenidos del currículo, de forma que las materias del bloque de asignaturas troncales suponen más del 70 del horario lectivo para cada curso, por encima del 50% de porcentaje mínimo establecido en la normativa básica del Estado.


En la misma línea que la normativa estatal, la de Castilla y León considera la Religión como materia específica evaluable a todos los efectos e incluye las evaluaciones finales de etapa externas en 4º de ESO y 2º de Bachillerato para la obtención de los títulos correspondientes, aunque en el año académico 2017 estas no tendrán efectos académicos para la ESO y solo para el acceso a la universidad para el Bachillerato.


Como novedades propias de la Comunidad, la Consejería disminuirá las ratios para impartir materias y tendrá una consideración especial en la zona rural y localidades en las que solo haya un Instituto de Educación Secundaria, e incorpora como materia de libre configuración autonómica, Lengua y Cultura Gallega, en los centros autorizados para el desarrollo del programa para la promoción de la lengua gallega.


En cuanto a la ESO, como novedades propias de Castilla y León destacan que la Consejería establece un 70 % en primer ciclo y 76,7 % en cuarto curso del horario lectivo a las materias del bloque de asignaturas troncales; y se incluyen como obligatorias para los alumnos con carencias en Matemáticas y Lengua Castellana y Literatura, en primer y segundo curso, materias de refuerzo de las mismas como asignaturas de libre configuración autonómica.


La Consejería de Educación también establece en el bloque de asignaturas de libre configuración autonómicas materias Educación Financiera y Programación informática, y Tecnología en la opción enseñanzas académicas en 4º; una evaluación inicial obligatoria en todos los cursos y en 1º, especialmente, con la finalidad de detectar de manera temprana carencias en las materias instrumentales; y pruebas orales en la evaluación con reflejo en la calificación de las materias.


En Bachillerato, Castilla y León fija el 73,3 % y 76,7 % del horario lectivo en primer y segundo curso, respectivamente, en las materias del bloque de asignaturas troncales; Física y Química e Historia del mundo contemporáneo como materias obligatorias en 1º en las modalidades de Ciencias y Humanidades y Ciencias Sociales, respectivamente.


Además, recoge la capacidad organizativa de los centros para realizar agrupaciones de materias que configuren un itinerario coherente para los alumnos, así como la posibilidad, en el marco de los proyectos de autonomía, de hacer la flexibilización temporal del Bachillerato en tres años con la finalidad de optimizar resultados académicos.