Fernando Rey confirma que la Universidad del Deporte se retrasa al curso 2017-18

El proyecto se retrasa un año debido a que hay que culminar toda la tramitación administrativa para su aprobación.

Emplazamiento de la futura Escuela Universitaria del Deporte
Emplazamiento de la futura Escuela Universitaria del Deporte
Luis Ángel Tejedor

El consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, ha anunciado que la Universidad del Deporte como centro adscrito al campus universitario de Soria comenzará a funcionar en el curso 2017-18, en lugar de un año antes como pretendía el Ayuntamiento de Soria, debido a que hay que culminar toda la tramitación administrativa para su aprobación.


"Abrir una escuela adscrita universitaria no es como abrir una ferretería o un pequeño comercio; lleva sus trámites", ha resumido.


En este sentido ha avanzado que en abril el consejo de rectores de las universidades de Castilla y León aprobarán la adscripción de la Universidad del Deporte a la UVa, antes de pasar a la supervisión de los estudios por parte de la Agencia de Calidad.


Rey ha señalado que los promotores de los citados estudios tardaron tres meses en presentar un aval de 100.000 euros para garantizar los estudios de los alumnos del primer curso, lo que ha retrasado su tramitación.El proyecto de la Universidad del Deporte

La Universidad del Deporte nació como idea en 2013, cuando el Ayuntamiento de Soria decidió respaldar públicamente la propuesta de la Fundación CIDIDA (Centro Internacional de Documentación, Investigación y Desarrollo del Atletismo) de instaurar en la capital una institución académica destinada a la formación en el área deportiva, con una oferta de grados y másteres a impartir de modo presencial, semipresencial a distancia. Desde entonces, los promotores han ido acometiendo los sucesivos pasos administrativos y normativos en una compleja y minuciosa tramitación que sigue su curso y que podría dificultar las previsiones de abrir las puertas en septiembre, con el inicio del curso 2016-2017.


Entre las primeros gestiones, los propulsores presentaron la memoria a la Junta de Castilla y León, como institución competente en materia educativa. El propio presidente Juan Vicente Herrera conoció el proyecto de mano del alcalde, Carlos Martínez Mínguez, y manifestó su apoyo aunque con algunos matices a subsanar sobre la idea inicial. Fundamentalmente que no se constituiría como una universidad privada independiente, sino vinculada a una de las ya existentes en Castilla y León. El ámbito geográfico unió irremediablemente el CIDIDA con la Universidad de Valladolid (UVa), no sin reparos por parte de la segunda, que puso dudas sobre la iniciativa y el encaje común de la propuesta.


La Consejería de Educación determinó finalmente que la Universidad del Deporte pasara a convertirse en un centro adscrito a la UVa. Eso implicó un cambio de terminología, así como una modificación delconvenio de colaboración que desde hace ya casi tres años mantiene la fundación con el Consistorio capitalino. La llamada Universidad del Deporte ya se denomina en realidad Escuela Universitaria del Deporte , tal y como matiza en declaraciones a este periódico Pilar Garcés.


La directora general de Universidades e Investigación de la Junta recuerda, haciendo un recorrido histórico, que la Fundación CIDIDA, con José Luis López del Amo a la cabeza, solicitó a la Comisión Académica del Consejo de Universidades de Castilla y León su constitución como universidad privada, lo que fue desestimado en el informe emitido por la Conferencia General de Política Universitaria. Con el resultado desfavorable, los órganos académicos propusieron la adscripción a la UVa y al Campus Duques de Soria.


Cuando la fundación desiste de formalizar su proyecto como universidad privada, emprende el proceso para inscribirse como escuela adscrita, lo que recibió el visto bueno de la UVa.


Aunque la propuesta sí se notificó favorable con esta fórmula, la Junta reclamó en noviembre de 2015 a los promotores mayor volumen de documentación a la ya presentada para subsanar "inmediatamente" las deficiencias. La fundación "se demoró un poco y nos lo envió en diciembre", indica Garcés, y acto seguido, asegura, la Junta remitió el escrito de subsanación a la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (Acsucyl). Tras analizarlo, el 20 de enero notificó el informe favorable a la Dirección General de Universidades del Ejecutivo autonómico.


El siguiente trámite, agrega, será remitir el documento a la Comisión Académica del Consejo de Universidades, que no se reunirá hasta abril. Cuando confeccione el expediente, se trasladará al Consejo de Secretarios y al Consejo de Gobierno de la Junta, para su aprobación, si procede, y posterior publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) y comunicación al Ministerio de Educación.


Pero ahí no acaba el complejo proceso. Según indica Garcés, una vez que se produzca la autorización de la adscripción, la UVa deberá solicitar la verificación de los títulos que se pretenden impartir. Una tarea que no se podrá iniciar hasta la publicación de la resolución en el Bocyl, aproximadamente en mayo si se cumplen los plazos, y hasta la confirmación del ministerio.


Al mismo tiempo que la UVa examine los planes de estudios, los promotores tendrán que adecuar los espacios donde impartirá la docencia (unos locales municipales ubicados en la Avenida Duques de Soria frente al centro cívico Bécquer) y llevar a cabo las contrataciones del personal (profesores y responsables de administración y servicios).


Pero el procedimiento que más podría ralentizar las operaciones es el de la homologación de las titulaciones (dentro del ámbito de las Ciencias del Deporte ), un proceso "que dura casi seis meses", puntualiza Garcés, quien estima que los plazos para abrir las aulas el próximo curso van "muy pillados". "El propio presidente de la fundación, José Luis López del Amo, expresó ya en octubre que aunque "vamos tarde", el resultado del proceso "no depende de nosotros". Desde que la idea nació se marcó el curso 2016-2017 como intención para arrancar la labor docente si bien en todo momento se ha puesto por delante la compleja tramitación que conlleva crear un centro universitario. Tal opción está sujeta a una exigente legislación recogida en la Ley Orgánica de Universidades.

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