La provincia de Soria es la segunda en la que más han aumentado los fallecidos en accidentes de tráfico en el año 2016, según la información facilitada ayer por la Dirección General de Tráfico (DGT). Con once más, han sido en total 19. El último un vecino de Cabrejas de 30 años que perdió la vida al salirse de la N-234 y precipitarse por un desnivel de unos 10 metros.

La cifra es exactamente el doble de la de 2015 (8). De hecho, esas 19 personas que encontraron la muerte en la carretera superan todos los registros desde 2008 (20). Los datos en cualquier caso mejoran los de los años anteriores a este último. En el año 2000, por ejemplo, fueron 72 las vidas que se perdieron en accidentes de tráfico en la provincia de Soria.

En cuanto a la comparativa regional, el número de muertos en accidentes de tráfico bajó en siete comunidades, sobre todo en Cataluña y Castilla y León. En contraposición esta última con lo acontecido en la provincia han sido 20 fallecidos menos. De 144 a 124 en 2016. En cualquier caso, esta región es la tercera en el términos absolutos, solo por detrás de Andalucía (186) y Cataluña (153).

En total, 1.160 personas perdieron la vida en las carreteras durante el año pasado, lo que supone 29 fallecidos más que en 2015 (un 2,6%), lo que rompe una tendencia a la baja que se ha mantenido durante el último decenio.

Por provincias es Sevilla la única que adelanta a Soria, con 12 muertos más en carretera. A la par de esos 11 fallecidos más en un año se sitúan Lugo y Castellón. En el otro lado, descendieron los muertos en carretera en León, con 19 menos que en 2015. También en Guipúzcoa, con 12 menos, y en Lleida y Tarragona, con 10.

Las principales causas de los siniestros en 2016, según indica la DGT en su informe anual, han sido la distracción, en un 28% de los casos, junto con la velocidad inadecuada (21%) y no respetar la prioridad (9%). También han ascendido las infracciones por consumo de alcohol y drogas. Motivos que se unen a un aumento en la movilidad, con 18,6 millones más de desplazamientos de largo recorrido, y al envejecimiento del parque que, en los turismos, alcanza una edad de 13,6 años.