La obtención del carné de conducir remonta después de años en declive

Tráfico expidió 1.075 permisos de conducir en 2016 tras anualidades con 900, lejos aún de las 1.600 de hace una década. Las autoescuelas, satisfechas pero no optimistas.

Vehículos en la capital, en una imagen de archivo.
Vehículos en la capital, en una imagen de archivo.
Luis Ángel Tejedor

La expedición de carnés de conducir sigue al alza, tras años en declive, lo que tiene una evidente repercusión en las autoescuelas sorianas. El incremento no es espectacular, pero es aumento al fin y al cabo, para poner freno a la debacle sufrida. No sirve para taponar la hemorragia pero sí para alterar la tendencia. Será difícil recuperar los niveles de hace una década, y ya no sólo por la cuestión de la economía, sino por la demográfica, que al fin y al cabo ataca a todos los ámbitos, si bien sirve para encarar el día a día con algo más de certidumbre después de apreciar una y otra vez estadísticas que empeoraban a las anteriores.

La Jefatura Provincial de Tráfico indica que durante el pasado año concedió 1.075 nuevos permisos en sus distintas clases, sobre todo del tipo B, el común para la conducción de turismos. Significa un aumento del 7% sobre el ritmo de 2015, cuando se expidieron 1.006. Pero además sirve para confirmar que se trata del tercer año consecutivo de aumentos, puesto que en 2013 fueron 953 las autorizaciones. La llegada de la crisis, la de la economía pero también la poblacional que especialmente ataca a Soria, precipitó de 1.000 los carnés anuales. Muy lejos quedan los años de bonanza, del empleo y de los habitantes, cuando se superaron los 1.600, como en 2006. Sobre las cifras más recientes representa una reducción del 33%. Difícilmente recuperable al menos en lo inmediato, reconoce el presidente de la asociación provincial de autoescuelas, Andoni Martín.

Hay tres parámetros que ayudan a entender lo que han cambiado las cosas para el sector. Y bien se entiende recurriendo a las cifras. Primero en referencia a las personas que tienen un puesto de trabajo. De 40.000 a 37.000, que son 3.000 menos, un descenso del 7,5%. Segundo, sobre quienes residen: de aspirar a alcanzar los 100.000 a conformarse con tener 90.000. Y, tercero, la población entre 18 y 22 años, que no la única pero sí la más habitual en la obtención del carné, que desciende de 4.800 a 4.000 en solamente una década.

Martín confirma que la tendencia marcha "algo mejor" que años atrás aunque reclama "tener en cuenta" que la caída anterior resultó "brutal". En consecuencia, la "mínima" mejoría experimentada el pasado año no llega a compensar lo perdido. El portavoz de las autoescuelas se queda con que "la caída se ha frenado" si bien, añade, "ni mucho menos podemos pensar que el problema se ha acabado". Más si cabe cuando el daño "ha sido muy importante", con reducciones "muy duras" en el volumen de negocio, lo que ha repercutido en los beneficios y las plantillas. Que la cifra de expediciones de carnés haya caído en cerca de un 40% tiene unas consecuencias "absolutamente demoledoras".

Por eso, Martín explica que la sensación es de satisfacción, debido a que la caída se amortigua, pero nunca de complacencia. "Lo de ahora no absorbe lo anterior", relata. "Paradójicamente", califica, el número de autoescuelas se ha acrecentado en este tiempo. Actualmente hay 17 empresas del sector en la provincia.

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